Mañana viernes 25 de octubre la Arquidiócesis de Manizales celebrará los 100 años de presencia de la Orden de la Visitación de Santa María en la ciudad, un Centenario que festejará durante toda la semana y que cerrará con una Misa Solemne presidida por el Señor Nuncio Apostólico del Papa Francisco en Colombia, Su Excelencia Paolo Rudelli
Por GERMÁN MEJIA GALLO
El Padre Jairo Carmona Llano, delegado de Comunicaciones de la Arquidiócesis, en diálogo con La Veintitrés para hablar del centenario de las monjas de la Visitación, lo primero que hizo fue hacernos una claridad: “monjas son las que están en el monasterio, las que no salen, las que pasan toda su vida allí, las que uno ve por la calle, son religiosas”, dijo.
El padre, más que mencionar fechas y asuntos que tengan que ver propiamente con la historia, prefirió dejarnos lo que él llamó, una perlita: “la vida monástica es muy importante. Ellas se convierten como en un pararrayos para una ciudad, porque mientras en la ciudad hay sitios para todo y particularmente sitios de vicio, de pecado y de maldad, ese cuadrito allá donde están ellas, es un pedacito de cielo en la tierra, porque se dedican a orar incansablemente por las necesidades del mundo, por la ciudad, por todo lo que nosotros necesitamos. Mejor dicho lo que nosotros no oramos lo oran ellas por nosotros. Esa es la grandeza de las monjas de la Visitación. Que Dios las bendiga y que nunca nos falten”, manifestó.
La historia en Manizales
La Orden de la Visitación de Santa María fue fundada por Francisco de Sales y Santa Juana Francisca Frémyot de Chantal en 1610 en Annecey (Saboya, Francia).
El 25 de octubre de 1924, provenientes del Monasterio de Bogotá, después de un viaje de 5 días a caballo por caminos difíciles, llegaron 8 hermanas de la Orden de la Visitación de Santa María inicialmente a la Catedral, donde cantaron un solemne Te Deum encabezado por el entonces obispo de Manizales Monseñor Tiberio de Jesús Salazar y Herrera quién realizó la petición de las hermanas.
Inicialmente se establecieron en una casa finca ubicada en lo que actualmente es People Contact, en donde comenzaron a construir su primer monasterio. Sin embargo, en 1939, el gobierno municipal envió un decreto ordenando ampliar las calles de la ciudad en el sector donde estaba ubicado el Monasterio, por tanto, tendrían que ceder 1,5 metros de la construcción. No había cómo financiar la obra. Se enteraron entonces sobre la venta de un lote de la señora Merceditas Mejía de Uribe, y confiando en la asistencia de Dios, le comentaron a la señora María Mejía de Restrepo, quien junto a su hija, Inés Restrepo Mejía y con la Margarita Arbeláez Gómez, compraron la casa y la dieron en donación para el establecimiento del Monasterio, en el que se encuentran ubicadas actualmente y cuya construcción finalizó hacia la década de 1970.
“Nuestra vida es oculta porque es como la raíz del árbol”
En aquel lugar conversamos con la hermana María Jacqueline, quien muy gentilmente nos compartió sus impresiones sobre la celebración del centenario del Monasterio: “en este momento estamos celebrando los 100 años de haber llegado el monasterio de la Visitación a esta hermosa ciudad de Manizales. En 1924 llegó primero donde era el antiguo monasterio y ahora está aquí en el barrio La Arboleda, un territorio que nos fue donado providencialmente, entonces nos pudimos organizar. La comunidad lleva todo este tiempo entregándole al mundo, a la iglesia, su oración, su entrega, su esfuerzo por la santidad, que es una obra que hace solamente el Espíritu Santo, pero que es una disponibilidad diaria para que él haga la obra de santificación y se pueda proyectar al mundo entero”, expresó.
Comentó que “nosotras somos vida contemplativa, vivida en comunidad, nuestra vida comunitaria es una de los pilares de nuestra espiritualidad, porque tratamos de tener esos lazos de amistad, de fraternidad entre nosotras, tratamos de vivir como familia y esa vida comunitaria, se proyecta de… Un Papa decía que los muros del monasterio son de cristal, porque de aquí se proyecta al mundo entero, nuestra experiencia, nuestra esencia, que es la vida de oración y esa vida fraterna, entonces queremos decirles que cuentan con nosotras, que nuestra vida es oculta porque es como la raíz del árbol, que no se ve, pero que está mandando savia al árbol para que tenga vida, nosotras somos el canalito por donde el amor de Dios pasa a cada uno de ustedes”.
Monjas de clausura
Quienes viven en este sitio son monjas de clausura porque se consagran a Dios, y viven en pobreza, castidad y obediencia, es una vida dedicada a la contemplación. Al enviar un saludo especial a los manizaleños, la hermana María Jacqueline les pidió que se enamoren cada día más del Corazón de Jesús, dijo que “este Monasterio es el Monasterio del Corazón de Jesús porque su construcción fue realizada a punta de confíos, que es una jaculatoria que dice Sagrado Corazón de Jesús en ti confío. Se hacían muchos confíos para ir recogiendo los dineros para la construcción, que fue todo providencial y con la ayuda de muchas personas, como la familia Restrepo, fue una de las familias que más nos ha colaborado en toda la historia y así muchos bienhechores que tenemos, que han sido la muestra, la manifestación de la providencia divina”.
Las humanas que viven en el Monasterio de Manizales son 19, ellas no salen a la calle porque son de clausura, “solamente salimos a las citas médicas y a votar, pero de resto, solo hasta ahora se hará una excepción, es un permiso especial que dio nuestro obispo para que salgamos a celebrar el Centenario en la Catedral el viernes 25 de octubre a las 4 de la tarde, es algo totalmente extraordinario porque nosotras, por ser de clausura, vivimos y morimos acá, donde tenemos nuestras tumbas”.
Su historia
Nos contó que ella llegó al lugar porque “una amiga cuando me gradué de la universidad, me dijo que de regalo me daba un retiro acá, entonces así conocí el monasterio, y me enamoré de Jesús en esta vida visita andina. Renuncié a mi trabajo y a todo para entrar acá, dejando de un lado mi profesión en Desarrollo Familiar, de eso hace ya 20 años”.
Indicó que viven del trabajo que hacen, “pero principalmente de la providencia de Dios, porque lo que hacemos en el trabajo, lo que vendemos como son las cosas de la panadería, las cositas de labores, las ostias, el vino de consagrar para las parroquias, no alcanzaría para sostener un monasterio tan grande y una comunidad, entonces fuera de lo que hacemos de trabajo, las personas son demasiado bondadosas y generosas en Manizales y con eso también nos sostenemos en Manizales”.
Reciben visitas familiares cada mes y se encuentran en un locutorio, “es una salita con rejas, por ahí nos vemos, pero es muy bonito. Una vez una hermana tuvo una experiencia porque tenía susto de salirle a la familia por la reja, pero descubrió que están más encerradas las personas que están afuera que nosotras que vivimos una libertad interior muy grande”.
Manifestó que aunque casi nunca se ve, igual también hay desertoras, “en toda comunidad hay deserciones, pero son casos muy extraordinarios, pues es muy difícil, porque normalmente cuando uno llega y ya hace la profesión, es porque ya está muy convencido de que esta es la vocación que Jesús quiere para uno”.
El Monasterio tiene puertas abiertas para quien quiera vincularse, “la joven llega al Monasterio, tiene una entrevista con la superiora y con la maestra y ellas le hacen el seguimiento para ver si tiene vocación”, nos dice.
Finalmente expresó que “nosotras nos casamos con Jesús que el esposo Divino, es un matrimonio espiritual muy bello, nosotras nos conformamos en madres de toda la humanidad, somos muy plenas, yo por lo menos quiero decirles que me siento plenamente feliz en mi vocación y muy agradecida con Papá Dios, el amado Jesús y el Espíritu Santo por haberme elegido”.
La vida monástica de clausura
La Arquidiócesis de Manizales indicó que en la Iglesia Católica existen diferentes órdenes religiosas que practican la vida monástica de clausura, cada una con su propia espiritualidad, regla y forma de vida. Las monjas de clausura no tienen contacto directo con el exterior, salvo en casos excepcionales. Su vocación es interceder por el mundo ante Dios y ofrecerle sus sacrificios y alegrías. Muchas personas acuden a ellas para pedirles oraciones por sus necesidades o para compartir sus experiencias.
Expresaron que los monasterios de clausura son una riqueza para la Iglesia y para la sociedad. “Son lugares donde se vive el Evangelio con radicalidad y donde se respira una atmósfera de santidad. Son escuelas de sabiduría y de amor. Son oasis de paz y de belleza”.
La Madre Superiora del Monasterio, María José Vargas Daza, expresó que “este Centenario significa ver la misericordia y la bondad de Dios con nosotras. Es ver toda una ciudad que nos recibe y en la que siempre nos hemos sentido acogidas”.
Cronograma de celebración
Jueves 24 de octubre
7:00 a.m. Santa Misa
7:30 p.m. Hora Santa
8:30 p.m. Concierto musical en honor al Sagrado Corazón de Jesús con la Coral Santa María, la Vocal Lab y el pianista Julián Castro Palacios.
Lugar: Monasterio La Visitación.
Viernes 25 de octubre
FIESTA JUBILAR DEL CENTENARIO
Santa Misa Solemne, presidida por el Señor Nuncio Apostólico del Papa Francisco en Colombia, Su Excelencia Paolo Rudelli. Al final, solemne Te Deum.
Hora: 4:00 p.m.
Lugar: Catedral Basílica de Manizales.