La influenciadora japonesa conocida como Motomami_mone ha desatado un verdadero revuelo en las redes sociales al tatuarse el rostro «encachacado» de Diomedes Díaz en una de sus piernas, un homenaje al legendario cantante vallenato que ha generado miles de reacciones. El video del proceso, publicado por el usuario jheisonmolanodj en Instagram, muestra paso a paso cómo se plasma la imagen del Cacique de La Junta en la piel de la joven, más de 12 años después de la muerte del artista en diciembre de 2013.
Este inesperado tributo desde Japón resucita la figura de Diomedes Díaz, el icónico compositor y cantante condenado en su momento por homicidio preterintencional, en un momento en que su legado familiar sigue envuelto en controversias. El clip del tatuaje en un estudio no especificado ha circulado ampliamente, avivando el cariño de los fans por el vallenato y recordando su impacto global, incluso en rincones tan lejanos como el archipiélago nipón.
La herencia del Cacique aún sin repartir
El furor en redes no solo celebra el gesto de Motomami_mone, sino que también reaviva debates sobre la vida y obra de Diomedes, quien dejó 21 hijos reconocidos dispersos por diferentes partes del mundo. Recientemente, Elder Dayán Díaz, uno de sus vástagos, habló en una entrevista con Eva Rey sobre las dificultades que enfrenta la familia para dividir la herencia, bloqueada por demandas laborales y regalías pendientes que no fluyen.
“Somos 21 y todos vivimos en diferentes partes”
Elder Dayán, hijo de Diomedes Díaz
Las reacciones a lo largo y ancho de las plataformas digitales han sido divididas: mientras algunos elogian la fidelidad del retrato y el homenaje sincero, otros cuestionan su precisión o bromean sobre las polémicas que rodearon la vida del cantante. Incluso ha surgido especulación de que el tatuaje podría no ser permanente, viéndolo como una astuta estrategia para ganar visibilidad en internet.
“En estos momentos lo único que se está ‘peleando’ son las regalías, pero como mi papá tenía tantas cuestiones, demandas laborales, eso está frenado. No está llegando…”
Elder Dayán, hijo de Diomedes Díaz
Este episodio demuestra cómo Diomedes Díaz sigue trascendiendo fronteras y épocas, uniendo a seguidores desde Manizales hasta Tokio en torno a su música y su compleja historia personal, mientras su familia espera resolver los enredos legales que impiden honrar plenamente su legado.
