El Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf) alertó que el recaudo tributario de Colombia en 2025 podría quedar $8,3 billones por debajo de la meta oficial de $272 billones establecida en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (Mfmp), según su informe de seguimiento al recaudo y gasto fiscal presentado con datos acumulados hasta septiembre. Este organismo autónomo, que utiliza cifras de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) y el Gobierno nacional, proyecta que se necesitarían $61,8 billones adicionales al recaudo bruto acumulado de $228,8 billones registrado hasta ese mes para alcanzar el objetivo, un comportamiento que refleja avances del 11 por ciento frente a 2024, pero aún insuficiente ante la debilidad en varios rubros tributarios.
En detalle, el recaudo neto hasta septiembre alcanzó $210,2 billones, lo que representa un crecimiento del 9,3 por ciento respecto al año anterior, aunque se encuentra 14,9 por ciento por debajo de la meta del Mfmp; solo en ese mes, el recaudo neto quedó $6,7 billones inferiores a la actualización del Mfmp y $542.000 millones menos que la proyección propia del Carf. Por otro lado, el recaudo con papeles y devoluciones sumó $18,7 billones hasta septiembre, superando en $5,6 billones el promedio de los últimos cuatro años y en $4,3 billones el registro de 2024, lo que evidencia esfuerzos en la gestión fiscal pese a las dificultades.
Presión en el gasto y déficits crecientes
El gasto primario ejecutado hasta septiembre equivalió al 14,9 por ciento del PIB, un aumento de 0,9 puntos porcentuales frente a 2024, mientras que el gasto total llegó al 18,4 por ciento del PIB, con un incremento de 1,2 puntos. Para todo 2025, el Carf proyecta un gasto primario de $362,2 billones, equivalente al 20 por ciento del PIB, desglosado en $309,1 billones para funcionamiento e inversión de $53,1 billones, basado en datos disponibles y el comportamiento presupuestal de los últimos dos años. Los pagos de intereses hasta septiembre absorbieron el 30,5 por ciento del recaudo neto, 1,9 puntos más que el 28,6 por ciento de 2024, aunque la estimación anual mejoró en 1,4 puntos del PIB gracias a operaciones de manejo de deuda. Esto derivaría en un déficit fiscal primario del 3,4 por ciento del PIB, por encima de la meta del 2,4 por ciento, y un déficit total del 6,7 por ciento frente al 7,1 por ciento programado.
«El elevado uso de ingresos corrientes para el pago de obligaciones financieras resta espacio para el gasto social y productivo, y afecta la dinámica de la deuda»
Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf)
Estas proyecciones del Carf complican la fotografía fiscal del país, generando alertas sobre la sostenibilidad tributaria ante un déficit creciente y la presión del gasto en compromisos rígidos, lo que deja poco margen para ajustes y subraya la necesidad de fortalecer el recaudo en los meses restantes para evitar mayores desequilibrios presupuestales.

















