El capitán Jhon Edison Sinisterra Motta del Ejército Nacional de Colombia tomó una decisión trascendental al renunciar al ciclo clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Río 2016 en Toronto, Canadá, priorizando su compromiso con el servicio militar activo y la defensa del país, y ahora culmina con éxito el exigente curso Comando en la Escuela de Armas Combinadas, último paso para su ascenso a mayor.
Originario de una localidad rural del Huila, donde hace casi dos décadas culminó su bachillerato en un contexto familiar de limitados recursos económicos, Sinisterra Motta ingresó como soldado profesional y gracias a sus destacadas aptitudes atléticas obtuvo una beca en la Escuela de Cadetes General José María Córdova, representando a la institución en competencias nacionales e internacionales como cadete, logrando en 2010 el primer lugar sudamericano y el campeonato mundial de atletismo en Ankara, Turquía, poco después, lo que le valió la convocatoria a la Federación Deportiva Militar en 2012 y a la Selección Colombia de Atletismo.
De las pistas atlética al mando militar
Con más de dos décadas de permanencia en el Ejército Nacional, el capitán eligió el compromiso institucional sobre el alto rendimiento deportivo, integrando ahora la preparación física diaria a su rutina en las Fuerzas Especiales, mientras asume el curso Comando entre 165 aspirantes, preparándose para nuevas responsabilidades una vez ascienda a mayor.
Esta trayectoria ejemplar resalta el equilibrio entre el deporte y el deber patriótico, inspirando a muchos en el Ejército Nacional y demostrando que la disciplina atlética forja líderes militares excepcionales.

















