El euro abrió este 24 de noviembre en el mercado de divisas colombiano a 4.393,49 pesos colombianos, registrando una subida del 0,29 por ciento en comparación con la jornada anterior, cuando cotizaba en 4.380,72 pesos, según reportes promedio de Infobae y Dow Jones. Esta cotización marca la segunda sesión consecutiva en positivo para la divisa europea frente al peso, en un contexto de volatilidad que en los últimos siete días ha superado la observada en el último año, con un avance acumulado del 2,02 por ciento en esa semana y una leve caída del 0,39 por ciento en los doce meses previos.
El comportamiento del euro refleja dinámicas globales y locales que influyen en el mercado cambiario colombiano, donde el peso se mantiene bajo el control del Banco de la República. Analistas de Corficolombia destacan en sus perspectivas para 2025 un crecimiento del PIB del 2,6 por ciento, impulsado principalmente por el consumo privado y la inversión, aunque advierten riesgos significativos como desafíos fiscales, problemas en el sector energético, conflictos sociales, inseguridad, un dólar fuerte y posibles presiones inflacionarias en Estados Unidos tras la era Trump. La inflación proyectada al cierre de 2025 se situaría en el 4 por ciento, tras una desaceleración en 2024, pero con amenazas de depreciación cambiaria e indexación de servicios que podrían revertir esa tendencia.
Resiliencia del sistema financiero colombiano
A pesar de la morosidad creciente y la caída en la rentabilidad, el sistema financiero del país muestra una notable resiliencia, lo que respalda la estabilidad cambiaria en medio de estas proyecciones. En este panorama, el peso colombiano circula en denominaciones de 50, 100, 200, 500 y 1.000 pesos, con diseños que rinden homenaje a la rica biodiversidad nacional, como el oso de anteojos, la guacamaya bandera, la rana de cristal y la tortuga caguama. Las monedas de 500 y 1.000 pesos son bimetálicas para mayor seguridad, una medida adoptada tras la pérdida de popularidad de la versión de 1.000 pesos entre 1996 y 2002, cuando su falsificación facilitó fraudes generalizados.
Esta apertura del euro subraya la importancia de monitorear las divisas en un entorno económico con oportunidades y riesgos equilibrados, donde las políticas del Banco de la República jugarán un rol clave para mantener la estabilidad del peso frente a presiones externas e internas.
















