Cámaras trampa instaladas en la estructura ecológica principal de Cali han capturado imágenes de pumas, venados, tigrillos, zorros, roedores y otras especies silvestres, confirmando el buen estado de conservación de la biodiversidad a solo media hora del casco urbano. Este monitoreo, liderado por expertos como Esteban Payán, enlace técnico de Conservación Internacional Colombia, Angélica Díaz, investigadora del Instituto Humboldt, y Catalina Silva, contratista del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma), junto con la Alcaldía de Cali, utiliza cámaras de alta sensibilidad activadas por calor y movimiento en zonas rurales y urbanas. Los primeros resultados, obtenidos en apenas un par de semanas, evalúan la conectividad ecológica y la efectividad de las intervenciones de conservación realizadas por el Dagma y el Parque Nacional Natural Farallones.
Entre los registros más destacados se encuentran tropas de pecaríes de hasta once individuos, así como guaguas, guatines, aves sin nombre común y una comadreja o taira, evidenciando un ecosistema equilibrado con presas y depredadores presentes. Este proyecto integra el conocimiento empírico de los guardabosques con tecnología avanzada, demostrando la estabilidad ecosistémica y favoreciendo la conectividad entre áreas rurales y urbanas para proteger especies vulnerables. Adicionalmente, en una jornada reciente se liberaron veintisiete animales en el Hogar de Paso y el CAVFF, de los cuales diecinueve requirieron recuperación compleja, incluyendo serpientes, loras cabeciazules, coclí, zarigüeyas, bichofué, garzas, chilacoa, ibis y gallinazos, con la participación de estudiantes de la Universidad Santiago de Cali y la Universidad de Caldas en el Parque de la Biodiversidad COP16.
Resultados alentadores de expertos en conservación
Los hallazgos iniciales han sido calificados como muy positivos por los involucrados, quienes destacan la presencia de grandes mamíferos sensibles a la perturbación humana, la cacería y con reproducción lenta, lo que indica que las acciones de conservación están dando frutos tanto en zonas urbanas como rurales.
“Los primeros resultados son muy alentadores porque rápidamente y en el transcurso de un par de semanas, ya registramos grandes mamíferos, que son los más sensibles a la perturbación humana, a la cacería y que se reproducen más lentamente. Ya se registraron pumas, tropas de pecaríes de hasta 11 individuos, venados, tigrillos, zorros y roedores. Eso nos indica que el ecosistema está en buen estado de conservación y que las intervenciones del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma) y las del Parque Nacional Natural Farallones están funcionando”
Esteban Payán, enlace técnico de Conservación Internacional Colombia
“Hemos tenido muy buenos registros, muy interesantes: pumas, zorros, guatines, incluso vimos una comadreja o taira. Empezamos a ver esa biodiversidad oculta, aves que no tiene un nombre común, especies que están aquí, pero con las cuales no estamos tan relacionados. Nos estamos reconectando”
Angélica Díaz, investigadora del Instituto Humboldt
“las especies captadas son representativas de un ecosistema equilibrado donde están presentes las presas y sus depredadores. Nos reconforta saber que las acciones de conservación implementadas por la autoridad ambiental local están dando frutos. Son acciones positivas que nos permiten ver que nuestra biodiversidad se está conservando y que, además, estamos impactando en la zona urbana y rural”
Catalina Silva, contratista del Dagma
Estos avances no solo reconfortan a las autoridades ambientales, sino que también resaltan el impacto positivo de las estrategias locales en la preservación de la rica fauna vallecaucana, invitando a la ciudadanía a valorar y proteger esta biodiversidad cercana al corazón de la ciudad.

















