En la noche del 26 de noviembre de 2025, un grupo de hinchas de Atlético Nacional agredió a un presunto seguidor de Junior de Barranquilla durante el partido disputado en el Estadio Metropolitano de Itagüí, en la tribuna oriental del segundo piso de la gradería. Los agresores increparon a la víctima, revisaron su celular para verificar su identidad, lo golpearon, lo tomaron de la camisa y lo empujaron por las escaleras, donde cayó al piso inferior tras ser arrinconado contra la baranda, mientras más hinchas aguardaban abajo.
El incidente ocurrió en el marco del encuentro entre Atlético Nacional y Junior, correspondiente a la tercera fecha de los cuadrangulares semifinales de la Liga BetPlay. Previamente, se había registrado un ataque al bus del equipo visitante, que dejó una lesión leve en un asistente técnico de Junior. Las autoridades y la policía estaban presentes en el estadio, pero su reacción fue tardía, en un contexto donde estaba prohibido el ingreso de barras organizadas, aficionados visitantes o seguidores de Junior.
Indignación en redes sociales
Videos del hecho circulan ampliamente en plataformas digitales, con créditos a cuentas como @____JaviG21 en X y @JuniorClubSA en X, generando decenas de comentarios que condenan la violencia. La víctima no presenta heridas de consideración, pero el episodio resalta la exposición recurrente de agresiones en espectáculos deportivos.
«Gamines Hijos de Pu**, hay que ser un completo descerebrado para agredir o matar un ser humano por un equipo de fútbol.»
Internauta en redes sociales
«Maluco tratar mal a los infiltrados. No veo el problema de que estén en la cancha. Siempre y cuando no hagan nada malo, deberían de tener todo el derecho de ir a la cancha.»
Internauta en redes sociales
«Soy hincha de nacional y esto de verdad que es una vergüenza, estos no son hinchas… usted como hincha de otro equipo tiene todo el derecho de seguir a su equipo y ver el partido en paz sin que nadie lo joda, esto no es una cacería de brujas… Qué vergüenza esto, en serio.»
Internauta en redes sociales
Este suceso subraya la necesidad de medidas más estrictas para prevenir la violencia en los estadios, donde la rivalidad deportiva no debería derivar en actos que pongan en riesgo la integridad de las personas.

















