Intensos enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) en el corregimiento de Filogringo, jurisdicción de El Tarra en la región del Catatumbo, Norte de Santander, han dejado un saldo preliminar de siete muertos y varios heridos. Los combates se iniciaron la noche del jueves 27 de noviembre y se extendieron por más de 24 horas, hasta la madrugada del viernes 28, en medio de una feroz disputa por el control territorial de cultivos ilícitos y minas de oro.
Los choques armados se desarrollaron en casas abandonadas, con los bandos enfrentados a una distancia de entre cinco y siete kilómetros, recurriendo incluso al uso de drones para atacar las posiciones rivales. Esta escalada de violencia responde a la pugna por el dominio de aproximadamente 26.000 hectáreas de cultivos ilícitos y al menos diez minas de oro en la zona, recursos que han intensificado los conflictos entre estos grupos armados ilegales.
Escalada de violencia en Catatumbo desde inicios de año
Desde enero de 2025, la región del Catatumbo ha sido escenario de constantes choques entre el ELN y las disidencias de las Farc, con una particular intensificación en municipios como Tibú, La Gabarra, El Tarra y Ocaña. Entre los fallecidos preliminares podría encontrarse alias Cuyo, presunto comandante del ELN, según versiones de habitantes locales. Los reportes de la comunidad indican que los combates se libraron lejos de los asentamientos civiles, lo que evitó mayores bajas entre la población no combatiente.
La situación ha generado pánico entre los campesinos, quienes han abandonado sus fincas por temor a quedar atrapados en la cruenta disputa. Las autoridades trabajan intensamente para restablecer el orden público y garantizar la seguridad en esta volátil zona fronteriza, donde la presencia de economías ilícitas sigue alimentando ciclos de violencia sin fin.

















