La Fiscalía General de la Nación, a través de un fiscal del grupo Gelma, imputó cargos por maltrato animal agravado a Brayan Alexander Restrepo Parra, quien realizó intervenciones quirúrgicas sin la formación profesional ni los permisos requeridos a tres caninas en un establecimiento ubicado en la localidad de Kennedy, en el suroccidente de Bogotá. Los hechos ocurrieron el 31 de agosto de 2024, aproximadamente a las 12 horas del mediodía, y resultaron en complicaciones médicas graves que llevaron a la eutanasia humanitaria de una de las perras, conocida como Princesa, mientras que Luna y Bella también sufrieron los efectos de estos procedimientos inadecuados.
Restrepo Parra carecía de titulación universitaria en medicina veterinaria y de cualquier registro profesional que le permitiera ejercer tales prácticas, lo que provocó el sufrimiento y la muerte de los animales. Durante la audiencia, el acusado no admitió los cargos, pero las pruebas materiales recolectadas por el Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma) lo vinculan directamente con los hechos. Las autoridades continúan investigando este caso de maltrato agravado, que resalta la importancia de la respuesta penal frente a estos delitos.
Declaraciones del fiscal y contexto judicial
En la audiencia, el fiscal del grupo Gelma detalló los sucesos de manera precisa, señalando que Restrepo Parra se encontraba ejerciendo medicina veterinaria sin los conocimientos necesarios, lo que derivó en el grave maltrato a Princesa, Luna y Bella mediante intervenciones quirúrgicas imprudentes.
“Este delegado va a proceder a denunciar los hechos jurídicamente relevantes, esbozando su actuar, señor, donde el día 31 de agosto de 2024, aproximadamente a las doce horas, el señor Brayan Alexander Restrepo Parras se encontraba ejerciendo en medicina veterinaria en la ciudad de Bogotá, momento en el cual maltrata gravemente a través de intervención quirúrgica a las caninas Princesa, Luna y Bella”.
Fiscal del grupo Gelma
“Dicha intervención, realizada sin conocimientos propios requeridos para ejercer la profesión de la medicina veterinaria, además de requerir la respectiva titulación por parte de una universidad y sin tener el respectivo registro profesional”.
Fiscal del grupo Gelma
Este caso se enmarca en un contexto nacional de creciente atención a los delitos contra animales, con imputaciones similares en otras regiones. En Dabeiba, Antioquia, José Álvaro Restrepo fue imputado por lesiones agravadas a tres perros entre el 9 y el 11 de noviembre, casos que involucraron desnutrición, deshidratación, violencia física y sexual; el juez dictó medida de aseguramiento sin privación de libertad y el acusado tampoco aceptó cargos. De igual forma, en Pereira, Risaralda, Jorge Andrés Marín Henao, miembro activo del Ejército Nacional entrenado en el uso de armas de fuego, enfrenta imputación por la muerte agravada del canino Tony, un perro criollo de ocho años, a quien disparó con una pistola nueve milímetros el 23 de agosto de 2025 en una vía pública, sin que el animal representara amenaza alguna.
“El señor Jorge Andrés Marín Henao, siendo servidor público y un miembro activo del Ejército Nacional, y también una persona entrenada precisamente para comprender el uso excepcional, señor juez, racional y reglado de las armas de fuego, decidió accionar su pistola nueve milímetros contra un ser vivo indefenso que conforme a la, eh, evidencia técnica, pues no representaba algún tipo de amenaza en contra del mismo. El canino Tony era un animal doméstico, señor juez, de ocho años. Ladró como ladraría cualquier canino, su señoría”.
Fiscal (caso Pereira)
Estos episodios subrayan la necesidad de fortalecer las medidas contra el maltrato animal en Colombia, donde las fiscalías especializadas como Gelma juegan un rol crucial en la protección de estos seres indefensos y en la aplicación de la ley penal correspondiente.
