Catatumbo en Norte de Santander: informe describe una crisis humanitaria de alta gravedad
En la región del Catatumbo, ubicada en Norte de Santander, se agrava una situación humanitaria de alta complejidad. Un informe de la Comisión de Verificación Humanitaria detalla las conclusiones tras las visitas realizadas en noviembre a las comunidades de Filogringo, Campo Seis, Bertrania y Versalles para evaluar los efectos del conflicto.
La indagación identifica la acción de múltiples actores armados y fuerzas de seguridad, en un conflicto que se ha extendido más allá de los terrenos rurales hacia zonas con presencia poblada.
Según el documento, se contabilizan 123 infracciones al derecho internacional humanitario y 73 violaciones a derechos humanos, ocurridas en distintos escenarios de la zona.
- 123 infracciones al derecho internacional humanitario
- 73 violaciones a derechos humanos
Entre las conductas documentadas figuran ataques indiscriminados contra comunidades, uso de minas antipersonales y de artefactos explosivos improvisados, además de daños a bienes civiles y estructuras.
En materia de derechos humanos, el informe señala desplazamientos forzados, confinamiento prolongado, amenazas a líderes comunitarios, restricciones a la educación y a la movilidad, y riesgos específicos para mujeres, jóvenes y personas migrantes.
El deterioro del tejido social es evidente y se refleja en la migración de poblados y veredas, comprometiendo la subsistencia diaria de las familias afectadas.
“El uso constante de drones para ataques ha marcado un giro en la dinámica de la violencia.” – Lina Mejía, coordinadora de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de Vivamos Humanos
La Comisión también reporta decenas de localizaciones de artefactos explosivos en zonas vulnerables, lo que eleva el riesgo de incidentes para la población local y agrava las limitaciones de movilidad y acceso a servicios básicos, como educación y transporte.
El punto álgido de la crisis se sitúa en enero de 2025, cuando los choques entre ELN y el Frente 33 del Estado Mayor de los bloques desencadenaron la emergencia humanitaria más grave de las últimas dos décadas, con 65,000 desplazamientos y 13,000 personas confinadas.
A partir de ese momento, los ataques y la instalación de explosivos obligaron a suspender actividades productivas y educativas, además de obligar a la población a permanecer resguardada durante semanas.

















