Luis Fernando Montoya, conocido como el Profe Montoya y exentrenador de fútbol del Once Caldas, vivió por primera vez la emoción de un concierto en vivo gracias a una invitación especial de J Balvin. El ícono del reguetón lo recibió en su show del día de ayer en el Estadio Atanasio Girardot de Medellín, donde Montoya asistió en silla de ruedas y ambos intercambiaron mensajes de admiración mutua en Instagram, generando una ola de emoción entre sus seguidores.
El encuentro se dio en un marco de reconocimiento recíproco, con Montoya publicando fotos del evento y J Balvin respondiendo con videos emocionados en sus historias de Instagram. Este momento marca un hito para el exdirectivo, quien nunca había asistido a un espectáculo de este tipo, y resalta la admiración que el cantante urbano profesa por la resiliencia del Profe, símbolo de la violencia en Colombia tras el ataque armado que sufrió hace más de 15 años.
El contexto de una vida marcada por la tragedia
El 22 de diciembre de 2004, Luis Fernando Montoya quedó en silla de ruedas al proteger a su esposa de un ladrón durante un asalto, un episodio que lo convirtió en emblema de la crudeza del conflicto armado en el país. Como líder histórico del Once Caldas, su historia de superación ha inspirado a generaciones, y esta invitación de J Balvin añade un capítulo luminoso a su trayectoria.
«Gracias José @jbalvin por la invitación el día de ayer, fue todo un honor estar presente disfrutando del show. Felicitaciones por el concierto tan increíble, por la gran persona que eres y por todo lo que has logrado. Todo fue un éxito».
Luis Fernando Montoya, exentrenador de fútbol
«Te quiero, te admiro sos un maestro de vida».
J Balvin, cantante
«Con esto yo ya tengo energía. Tengo la mejor visita. Nos trajo toda la motivación y toda la energía. Primer concierto en su vida, lo pude sacar. ¡Gracias, gracias!».
J Balvin, cantante
La interacción no pasó desapercibida y se convirtió en tendencia en redes sociales, con miles de usuarios destacando la humanidad del gesto y enviando mensajes de admiración. Este cruce entre el deporte y la música urbana subraya cómo figuras públicas pueden unir fuerzas para celebrar la fortaleza humana en medio de las adversidades.

















