El Frente Nororiental de Guerra del ELN liberó este miércoles 3 de diciembre de 2025 a 28 personas que mantenía secuestradas desde el 16 de enero en la región del Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander. Entre los liberados se encuentran 17 hombres, 11 mujeres y cinco menores de edad, quienes fueron recibidos por una comisión humanitaria integrada por la Defensoría del Pueblo, la ONU y la Iglesia católica. Esta acción se suma a la liberación de otras 11 personas el sábado 29 de noviembre, nueve hombres y dos mujeres, para un total de 39 personas en menos de una semana, tras casi un año de cautiverio en medio del conflicto armado.
La comisión humanitaria, que incluyó a la defensora del Pueblo Iris Marín y al monseñor Israel Bravo, obispo de la Diócesis de Tibú, supervisó y verificó el proceso de entrega, realizando una evaluación médica inicial que no reportó afectaciones graves en los liberados. Sus identidades se mantienen en reserva por razones de seguridad, en un contexto de secuestros y retenciones ilegales recurrentes por parte del ELN en la zona del Catatumbo, marcada por la persistente violencia armada. Entre los liberados el 29 de noviembre destaca una ciudadana venezolana y un firmante del Acuerdo de Paz que era beneficiario de procesos de reincorporación.
Voces de esperanza en medio del conflicto
Las liberaciones representan un respiro para las familias afectadas, aunque la región sigue bajo tensión por las acciones de grupos armados. La Defensoría del Pueblo y otros organismos humanitarios enfatizan la necesidad de proteger a la población civil y continuar con gestiones para el resto de secuestrados. En este marco, el presidente Gustavo Petro, durante la inauguración del Colegio Universidad de El Tarra en el Catatumbo, hizo un llamado al ELN para que abandone las armas y avance hacia la paz.
“Pedimos y esperamos más liberaciones. La guerra está mal. La vida y la libertad están bien”
Iris Marín, defensora del Pueblo
“Afortunadamente, regresaron a la libertad, sanos y salvos, y esto nos permite celebrar la vida. No se tiene información del porqué del secuestro, pero se espera, asimismo, que los demás secuestrados regresen a la libertad lo más pronto posible”
Monseñor Israel Bravo, obispo de la Diócesis de Tibú
Estas liberaciones, verificadas por fuentes como la Defensoría del Pueblo en su cuenta de X (@DefensoríaCol) y la defensora Iris Marín (@MarnIris), reavivan la esperanza de un cese a las prácticas que vulneran los derechos humanos en el Catatumbo, aunque persisten los desafíos para garantizar la libertad y seguridad de la población civil en esta zona estratégica del país.

















