Colombia podría enfrentar un déficit de gas natural de hasta el 50% en 2029, según proyecciones oficiales, y Gas País, filial de la multinacional LipiAndes, posiciona el gas licuado de petróleo (GLP) como una alternativa clave para complementar el suministro. Patricio Mura, gerente general de la empresa, destaca que este combustible distribuido a través de 15 plantas y más de 700 vehículos cubre ya el 95% del territorio nacional sin necesidad de grandes infraestructuras, atendiendo sectores como la siderurgia, agroindustria, alimentos y hotelería.
El déficit se estima en un 20% para 2026, escalando progresivamente en la segunda mitad de la década, mientras el GLP podría cubrir parte del consumo final entre 2025 y 2026. Actualmente, el 60% del GLP es importado y el 40% proviene de producción nacional, como el campo Cusiana en declive. Proyectos de regasificación liderados por Ecopetrol y el Grupo Energía Bogotá en Ballena (La Guajira), Coveñas (Sucre) y Buenaventura (Valle del Cauca) elevarían los costos del gas importado, lo que beneficiaría al GLP como opción más viable en el corto plazo.
Transición energética y el rol de Sirius
Gas País opera filiales como Surgas y Rednova, que reemplazan leña y carbón en estratos 1 y 2, así como en zonas rurales, mejorando la salud pública al reducir emisiones contaminantes. Mientras avanza el proyecto Sirius, que aportará el 50% de la demanda de gas en 2030, el GLP se presenta como complemento transitorio durante la transición energética. LipiAndes, casa matriz de Gas País, extiende sus operaciones a Chile, Ecuador y Perú, consolidando su experiencia regional.
“Pese al componente importado (60%), el mercado ya internalizó los costos de compra en el exterior”
Gas País
Estas proyecciones subrayan la urgencia de diversificar fuentes energéticas en Colombia, donde el GLP emerge no solo como solución inmediata al déficit de gas natural, sino como puente hacia un futuro más sostenible con menor impacto ambiental y social.
