Jorge Enrique Mora Rangel, general retirado y excomandante de las Fuerzas Militares de Colombia, falleció este 6 de diciembre de 2025 a los 80 años en el Hospital Militar Central de Bogotá. Nacido en 1945 en Cúcuta, su muerte representa el cierre de una etapa significativa en la historia militar y política del país, marcada por su liderazgo en momentos clave de la lucha contra grupos armados ilegales y procesos de paz complejos.
Mora Rangel ingresó a la Escuela Militar de Cadetes en 1964 y se graduó en 1968, forjando una extensa carrera que incluyó el mando del Batallón Aerotransportado Serviez, el Batallón Colombia N.° 28 y la Escuela de Infantería. En 1991 asumió como jefe de operaciones del Ejército Nacional, para luego convertirse en comandante del Ejército entre 1998 y 2002, y finalmente en comandante de las Fuerzas Militares de 2002 a 2003, año de su retiro. Durante su gestión, impulsó el fortalecimiento de las instituciones castrenses, elevando los efectivos del Ejército de 125.000 a 155.000 hombres y aumentando las Fuerzas Militares en más de 30.000 efectivos, lo que representó un incremento superior al 10 por ciento. Además, participó en operaciones críticas como el despeje de 42.000 kilómetros cuadrados en la zona de distensión de El Caguán, de la que fue un férreo crítico, y promovió el Plan Patriota y la Política de Seguridad Democrática.
Contribuciones en el conflicto y roles diplomáticos
Formado también en el Curso Avanzado de Oficial de Infantería en Fort Benning, Georgia, Estados Unidos, Mora Rangel comandó la Brigada Móvil N.° 1 en Granada, Meta, en medio del conflicto armado. Posteriormente, actuó como negociador en los diálogos de La Habana, embajador ante Corea del Sur y alto consejero de seguridad para Cundinamarca. Publicó un libro en el que expresó reservas sobre los acuerdos de paz alcanzados en La Habana, y en 2019 protagonizó una polémica pública con el senador Roy Barreras respecto a estrategias de negociación. Recientemente, sirvió como testigo en un juicio de la Jurisdicción Especial para la Paz por casos de falsos positivos, en defensa del coronel Publio Hernán Mejía, vinculado al Batallón de Artillería N.° 2 La Popa entre 2002 y 2003.
El Hospital Militar Central expresó sus condolencias a la familia de Mora Rangel y a la comunidad militar en general, mientras que diversas instituciones y figuras públicas han destacado su legado en la consolidación de la seguridad nacional. Su partida evoca un capítulo definitorio en la evolución de las Fuerzas Armadas colombianas, en un contexto de transiciones entre confrontación armada y esfuerzos por la reconciliación.

















