Este domingo 7 de diciembre de 2025, familias católicas de Manizales y diversas regiones del país encienden la segunda vela de la corona de Adviento en sus hogares y parroquias, un ritual que simboliza la fe y la preparación espiritual para la Navidad. Esta vela, conocida como la vela de la fe o la vela de Belén, se enciende progresivamente junto a la primera en una corona elaborada con ramas verdes, representando la confianza de María y José en su viaje hacia Belén, en un tono de color morado que evoca penitencia y reflexión.
La tradición de la corona de Adviento, originaria de comunidades europeas en los siglos XVI y XVII, abarca cuatro semanas que culminan en la celebración navideña, con cada vela encendiéndose en un domingo específico para marcar el avance espiritual hacia la llegada de Cristo.
El profundo significado de cada vela
La corona de Adviento es un símbolo cristiano central que recuerda que Cristo es la luz del mundo, con cuatro velas que representan valores esenciales: la primera simboliza la esperanza, la segunda la fe, la tercera la alegría y la cuarta el amor. En esta segunda semana, el color morado tradicional invita a la introspección y la penitencia, fomentando momentos de oración y lecturas bíblicas en familia.
“Señor, hoy encendemos esta segunda vela con el corazón dispuesto a confiar en Ti. Que su luz atraviese nuestras dudas, renueve nuestra fe y fortalezca nuestra esperanza en medio de cualquier dificultad. Ilumina nuestro hogar con tu presencia, guía nuestros pasos y enséñanos a esperar con serenidad tu llegada. Que esta llama sea un recordatorio de tu amor, de tu paz y de la fuerza que solo Tú puedes darnos. Amén.”
Oración propuesta para encender la segunda vela
Este segundo domingo de Adviento en 2025 marca la mitad del trayecto hacia la Navidad, invitando a las familias a cultivar calma, gratitud y unidad mediante estos rituales que fortalecen los lazos espirituales y promueven una espera serena llena de reflexión.
