En Ciénaga, Magdalena, durante el acto conmemorativo de los 97 años de la Masacre de las Bananeras, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, dirigió un contundente mensaje a los militares estadounidenses el 6 de diciembre de 2025. En su discurso, reiteró un llamado previo realizado en una calle de Nueva York, instando a las fuerzas armadas de Estados Unidos a no obedecer órdenes del presidente Donald Trump relacionadas con bombardeos en el Caribe contra el narcotráfico, y cuestionó abiertamente la amenaza de una posible invasión a Colombia por la producción de cocaína.
Petro argumentó que tales órdenes son inhumanas, violan los derechos humanos, la Constitución de Estados Unidos y el derecho internacional, estableciendo una analogía directa con la Masacre de las Bananeras de 1928, perpetrada por la United Fruit Company, hoy conocida como Chiquita Brands, que ha continuado con actos de violencia contra trabajadores colombianos. El mandatario rechazó la política antidrogas de Estados Unidos como solución al narcotráfico, citando ejemplos como la muerte de lancheros pobres en Santa Marta y los 20.000 bebés fallecidos en Gaza, comparándolos con la matanza de trabajadores desarmados en la histórica tragedia bananera.
Reflexión sobre la obediencia militar y la Constitución
En su intervención, el presidente enfatizó la responsabilidad ética de los militares ante órdenes inconstitucionales, recordando que en la época de la masacre existía una amenaza similar de invasión por parte de Estados Unidos si el gobierno colombiano, entonces liderado por el conservador Miguel Abadía Méndez, apoyaba a los trabajadores bananeros. Petro contrastó esa situación con la actual, afirmando que él, como líder del progresismo colombiano, no cederá ante presiones externas como las de la época.
«Por eso el ejército tiene que hacer aquí una reflexión. Lo dije en una calle de Nueva York, y no me arrepiento y lo repito. Las fuerzas militares armadas públicas de cualquier país del mundo solo le obedecen a su presidente mientras se respete la Constitución.»
Gustavo Petro, presidente de Colombia
El jefe de Estado profundizó en su llamado a la desobediencia ante directrices que contravengan la «constitución de la humanidad», construida sobre tratados internacionales y siglos de sabiduría, advirtiendo contra la repetición de atrocidades como matar lancheros o trabajadores sin armas.
«Cuando una orden de un presidente, cualquiera que sea en cualquier lugar del mundo, va contra la Constitución de su propio país o va contra la constitución de la humanidad, porque ya existe una constitución de la humanidad construida alrededor de trabajos, de tratados internacionales y de los años y los siglos de la sabiduría humana, ningún militar debe obedecer ese tipo de órdenes. Ni matar lancheros, como sucedió aquí cerca en Santa Marta, pobres, ni matar bebés, como sucedió por veinte mil en Gaza, como si el héroe se hubiera revivido, ni matar trabajadores sin armas.»
Gustavo Petro, presidente de Colombia
Diferencias históricas y compromiso con el futuro
Petro destacó las similitudes entre el pasado y el presente, pero subrayó las diferencias clave: Abadía Méndez cedió ante la United Fruit Company, mientras que él representa un cambio progresista. Además, anunció el compromiso de su gobierno y gabinete para recuperar la zona de Ciénaga y mejorar los niveles de vida de la población, planteando una disyuntiva para el futuro de Colombia.
«Había una amenaza de invasión de los Estados Unidos a Colombia. Habían amenazado con que si el gobierno nacional de aquel entonces, dirigido por Abadía Méndez, conservador, apoyaba a los trabajadores de las bananeras, habría invasión. Eso parece que hoy fuera similar. Se amenaza en el Caribe y a nosotros mismos con una invasión. Y del mismo país, si el presidente no dice o hace lo que allá quieren. Pareciera que fueran los mismos momentos.»
Gustavo Petro, presidente de Colombia
«Hay unas diferencias. En aquel entonces, el presidente conservador Abadía Méndez decidió hacerle caso a la United Fruit Company y a su gobierno. La United Fruit Company hoy se llama Chiquita Brands y ha seguido matando trabajadores de Colombia. El presidente de Colombia no se llama Abadía Méndez. Tampoco pertenece al Partido Conservador. Se llama Gustavo Petro y pertenece al progresismo de Colombia.»
Gustavo Petro, presidente de Colombia
El discurso culminó con una interrogante retórica que interpela a la nación sobre si Colombia volverá a ver presidentes ordenando la muerte de trabajadores o si avanzará hacia una colaboración entre generales y el pueblo para construir un país grande, dejando un mensaje de resistencia y esperanza en medio de las tensiones internacionales.
«Volverán a haber presidentes que den órdenes a generales para matar trabajadores? ¿O serán de aquí en adelante las y los presidentes los que den las órdenes a los generales para trabajar conjuntamente el pueblo trabajador y construir una Colombia grande?»
Gustavo Petro, presidente de Colombia
