El alcalde de Villamaría, Jonier Alejandro Ramírez Zuluaga, generó controversia al entregar un ramo de rosas y una tarjeta a su novia, Mariana Grajales Jaramillo, justo antes de que ella oficializara su inscripción como candidata a la Cámara de Representantes por el Partido Liberal en Caldas. El hecho ocurrió el viernes 5 de diciembre en la sede de la Registraduría departamental en Caldas, donde los convocados llegaron desde las 9:30 de la mañana y la ceremonia se inició a las 10:00. Ramírez Zuluaga acudió al evento, hizo el obsequio y se retiró minutos después, acción que podría interpretarse como una injerencia política prohibida para funcionarios públicos según la legislación vigente.
Mariana Grajales Jaramillo, de 42 años y nacida en la vereda Villaflores de Villamaría, donde cursa el tercer semestre de Derecho, inició su trayectoria política en 2020 al aspirar a un escaño en el Concejo Municipal. En esta ocasión, estuvo acompañada por su madre, su hija y su nieta durante el proceso de inscripción. El alcalde confirmó en una conversación telefónica que su gesto fue simplemente para desearle suerte a su pareja, sin involucrarse en el trámite propiamente dicho.
Posible infracción a normas electorales y antecedentes recientes del alcalde
La Constitución Política en su artículo 127 y las normas disciplinarias prohíben expresamente a los alcaldes participar en actividades políticas o controversias electorales, una restricción que la Misión de Observación Electoral reiteró en su informe de 2022 al advertir contra la participación de funcionarios en actos partidistas o el uso de recursos estatales en campañas. Este episodio llega en un momento en que Ramírez Zuluaga enfrenta escrutinio por otros asuntos, como la reciente revocación por parte del Tribunal Superior de Manizales, el 29 de noviembre de 2025, de una sanción de un día de arresto impuesta por presunto desacato en una tutela del 9 de mayo de 2025 relacionada con la demolición de obras sin licencia.
“Simplemente le entregué el obsequio y me fui. No me quedé en el proceso de inscripción”
Jonier Alejandro Ramírez Zuluaga, alcalde de Villamaría
Las demoliciones involucraron diez estructuras ilegales con una superficie total de 50,74 metros cuadrados, que requirieron personal especializado y maquinaria pesada ordenados por el Comité de Control Urbano; además, una multa de 1.538.000 pesos fue impuesta y luego revocada. En un comunicado atribuido a la Alcaldía, se destacó el soporte jurídico presentado que llevó a la autoridad superior a determinar que no había lugar a sanción y a dejar sin efecto la medida.
“Gracias al soporte jurídico presentado, la autoridad superior determinó que no había lugar a sanción y dejó sin efecto la medida”
Alcaldía de Villamaría (comunicado atribuido al alcalde)
Este nuevo incidente pone en el centro del debate la conducta de funcionarios públicos en época electoral, recordando las advertencias de la MOE sobre la neutralidad requerida, mientras Grajales Jaramillo avanza en su aspiración legislativa desde sus raíces en Villamaría.

















