ELN expande control en Catatumbo (Norte de Santander), Arauca y Venezuela durante negociaciones de paz

Compartir en redes sociales

Una investigación revelada por InSight Crime expone cómo el Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha expandido su control territorial en regiones clave de Colombia y Venezuela, aprovechando las negociaciones de paz para fortalecerse y estrechando lazos con el régimen de Nicolás Maduro tras el fracaso de esos diálogos. El informe destaca un brutal ataque perpetrado por el ELN el 16 de enero de 2025 en el Catatumbo, Norte de Santander, que dejó 80 muertos y más de 50.000 personas desplazadas, como represalia por el asesinato de Miguel Ángel López. Esta ofensiva forma parte de una estrategia más amplia que incluye movilizaciones desde campamentos en Venezuela, control del narcotráfico, extorsión, minería ilegal y la imposición de una gobernanza paralela en zonas como Arauca en Colombia, y Zulia, Táchira y Apure en Venezuela.

El ELN ha consolidado su dominio operando laboratorios de cocaína en territorio venezolano, cobrando «gramaje» a los cultivadores y aliándose con figuras como Freddy Bernal, gobernador de Táchira, quien facilita su expansión a cambio de apoyo político al régimen debilitado de Maduro. En Arauca y Apure, la guerrilla ejerce control mediante extorsiones a empresas y comisiones sobre contratos públicos, complicando aún más la resolución pacífica del conflicto armado en la región fronteriza.

Las negociaciones de paz como escudo para la expansión

Las conversaciones de paz con el ELN, pilar central de la política de «Paz Total» impulsada por el presidente colombiano Gustavo Petro desde su campaña electoral, han sido utilizadas por la guerrilla para reorganizarse y ganar terreno. La investigación de InSight Crime, presentada en cinco capítulos exhaustivos, detalla cómo este proceso, lejos de debilitar al grupo, le permitió expandirse mientras el gobierno colombiano buscaba un acuerdo. El fracaso de estos diálogos parece inevitable, según el análisis, agravado por la alianza estratégica con el régimen venezolano que proporciona refugio y logística al ELN.

“Las negociaciones de paz con el ELN fueron el eje central de la campaña electoral del presidente colombiano Gustavo Petro y de su política de Paz Total. Desde el inicio, estaba claro que sería una tarea titánica. Hoy, el fracaso parece inevitable”

InSight Crime

Este panorama territorial del ELN no solo desafía los esfuerzos de paz del gobierno de Petro, sino que profundiza la crisis humanitaria en la frontera colombo-venezolana, donde el control guerrillero sobre economías ilícitas como el narcotráfico y la minería ilegal perpetúa la violencia y el desplazamiento masivo, dejando en evidencia las complejidades de resolver un conflicto arraigado en dinámicas transnacionales.

Sigue leyendo