El sector de la vivienda en Colombia cerró el 2025 con un sólido desempeño, registrando un aumento del 11,3 por ciento en las ventas y del 9,7 por ciento en los lanzamientos durante los últimos doce meses hasta octubre, a pesar de la significativa caída en la inversión pública para Vivienda de Interés Social (VIS). Así lo reveló Guillermo Herrera, presidente de Camacol, durante una rueda de prensa el 11 de diciembre, donde presentó el reporte de resultados del año y las proyecciones para el 2026, junto con una hoja de ruta en cinco ejes estratégicos. Este repunte se impulsó principalmente por la vivienda no VIS en regiones como Bogotá, Antioquia y Atlántico, mientras que el país generó cerca de 370.000 hogares nuevos al año, con más de 168.000 unidades VIS vendidas en el 2025 y 34.416 viviendas iniciadas en el primer trimestre.
Las cifras de Camacol destacan que la oferta de vivienda nueva en octubre alcanzó las 156.000 unidades, lo que representa una reducción de 14.000 respecto al 2024, en un descenso que acumula 19 meses consecutivos. Factores como las restricciones fiscales, la suspensión del programa nacional Mi Casa Ya —principal motor de demanda VIS—, las presiones inflacionarias, los elevados costos de construcción, las tasas de interés hipotecarias, los materiales y la logística han marcado el panorama, aunque esquemas de apoyo regionales en Bogotá, Antioquia y el Atlántico han ayudado a mitigar el impacto. Además, el arriendo representa el 21 por ciento de la canasta de precios y más del 40 por ciento en los hogares pobres, impulsando la inflación en alojamiento y servicios.
Proyecciones optimistas para el 2026 pese a desafíos fiscales
De cara al 2026, Camacol proyecta un crecimiento en las ventas de entre el 5 y el 12 por ciento, equivalentes a entre 154.000 y 207.000 unidades, con inicios de obra superiores al 13 por ciento. Sin embargo, la inversión pública en VIS caerá un 35,7 por ciento respecto al año anterior, marcando el nivel más bajo en más de una década, aunque el Presupuesto General de la Nación crecerá más del 5 por ciento. Herrera enfatizó que la reactivación dependerá de la situación fiscal y de la capacidad del próximo gobierno para optimizar el gasto social en programas efectivos de vivienda.
“El deseo de las familias colombianas de adquirir vivienda sigue vigente, pese a un entorno fiscal apretado y a la presión de los costos de construcción”.
Guillermo Herrera, presidente de Camacol
El directivo subrayó el rol clave de la construcción para generar empleo, dinamizar la economía y atender la necesidad urgente de miles de familias por acceder a vivienda propia, reduciendo así la informalidad urbana. En sus palabras, los costos de alojamiento y servicios son los principales impulsores de la inflación debido al peso del arriendo en los presupuestos familiares.
“La construcción puede aportar empleo, dinamizar la economía y responder a una necesidad urgente de miles de familias, que es acceder a vivienda propia y reducir la informalidad urbana”.
Guillermo Herrera, presidente de Camacol
“La reactivación del sector dependerá de la situación fiscal y de la capacidad del próximo gobierno para optimizar el gasto social en programas efectivos, como los de vivienda”.
Guillermo Herrera, presidente de Camacol
“Los costos de alojamiento y servicios son los que más están impulsando la inflación, porque el pago de arriendo representa el 21% de la canasta de precios y más del 40% de lo que consumen los hogares pobres”.
Guillermo Herrera, presidente de Camacol

















