La caja de la Nación colombiana registró un mínimo histórico de 1,4 billones de pesos el 5 de diciembre de 2025, un hecho que pone en evidencia las graves tensiones financieras del Gobierno Nacional bajo la presidencia de Gustavo Petro y la gestión del Ministerio de Hacienda y Crédito Público. Este colapso se explica por las altas presiones de gasto típicas de fin de año, combinadas con un recaudo tributario débil, agravado por el hundimiento de la reforma tributaria que buscaba recaudar 16 billones de pesos adicionales y el uso del espacio fiscal disponible para incrementar el gasto público en 0,5% del PIB, según análisis de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif).
La caja de la Nación, que administra el Tesoro Nacional bajo la supervisión del Ministerio de Hacienda y representa los recursos financieros disponibles para cubrir obligaciones inmediatas, gasto público e inversiones, ha llegado a este punto crítico en medio de un deterioro general de las finanzas públicas. El recaudo tributario entre enero y octubre de 2025 alcanzó los 249,1 billones de pesos, lo que supone un aumento de 25,6 billones respecto a 2024, pero aún queda 8 billones por debajo de la meta establecida por la DIAN. Para noviembre y diciembre, se requiere un recaudo adicional de 56,3 billones de pesos, una cifra que genera incertidumbre ante la debilidad persistente en los ingresos.
Cifras que alarman el panorama fiscal
Las proyecciones para 2026 pintan un escenario aún más complicado, con un déficit fiscal estimado en el 7% del PIB, superando las metas del Ministerio de Hacienda y Crédito Público del 6,2% y del Comité Asesor de Política Fiscal (Carf) del 6,7%, mientras que el déficit primario se ubicaría en el 3% del PIB frente a la meta del Confis del 2%. El gasto primario para 2025 se proyecta en 359,2 billones de pesos según estimaciones, o 353,1 billones según el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP), con un ahorro en intereses de 20,9 billones pero un gasto total en intereses de 60,5 billones. Para el próximo año, el gasto primario ascendería a 388 billones, el gasto total a 468 billones e incluiría pagos de intereses por 80 billones, mientras que los ingresos totales se estiman en 327,8 billones, 31 billones menos que lo planificado, con un recaudo tributario neto de 299 billones.
“El movimiento se da por las altas presiones de gasto que enfrenta la Nación a fin de año en medio de un recaudo que se mantiene débil”
Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá
Voces de alerta desde el sector privado y exfuncionarios
Expertos y exautoridades han elevado la voz de preocupación por la sostenibilidad de la política fiscal, destacando el riesgo de un aumento en la emisión de nuevos títulos de deuda con cupones más altos, como proyecta Anif. El exministro de Hacienda José Manuel Restrepo no escatimó en críticas al advertir sobre la gravedad de la situación.
“2024 y 2025 (serán) los peores años en la historia del país en este tema. Es lógico: deuda y déficit históricos, bajo recaudo y reservas presupuestales del doble del histórico, resultado: la caja de la nación en mínimos históricos. Peligroso”
José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda
Este mínimo histórico no solo refleja el impacto del rechazo congressional a la reforma tributaria, sino también un patrón de deterioro que amenaza la estabilidad económica del país, con reservas presupuestales duplicadas históricamente y presiones que podrían complicar el cumplimiento de obligaciones en los meses venideros. Las autoridades financieras enfrentan ahora el reto de estabilizar las cuentas públicas ante un 2026 cargado de desafíos.
