Durante la II Cumbre de los Pueblos del Caribe Occidental, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, otorgó la Orden de Boyacá en su grado de caballero a las ciudadanas colombianas Manuela Bedoya y Luna Barreto, en reconocimiento a su valiente participación en la flotilla Global Sumud, una iniciativa destinada a llevar ayuda humanitaria a la población de Gaza.
Esta condecoración resalta el compromiso de las homenajeadas con la dignidad humana, la solidaridad internacional y la defensa de los derechos fundamentales, en un contexto de crisis en Medio Oriente que afecta gravemente a los civiles en Gaza. El gobierno colombiano ha destacado esta acción como un ejemplo paradigmático de solidaridad y promoción de los derechos humanos más allá de las fronteras nacionales.
La Orden de Boyacá: Máxima distinción estatal
La Orden de Boyacá representa una de las más altas condecoraciones otorgadas por el Estado colombiano, reservada para aquellos individuos que realizan contribuciones significativas a la sociedad y proyectan una imagen positiva del país en el ámbito internacional. En este caso, la entrega simboliza el respaldo institucional del gobierno a las causas humanitarias, subrayando la importancia de acciones solidarias que trascienden las limitaciones geográficas y políticas.
La flotilla Global Sumud buscaba entregar asistencia esencial a una zona devastada por el conflicto, y el gesto de Petro refuerza la posición de Colombia en la defensa de principios universales de humanidad y justicia, inspirando a la ciudadanía a involucrarse en esfuerzos similares por la paz y el alivio del sufrimiento ajeno.

















