Ángela María Poso, una mujer lesbiana perteneciente a la comunidad LGBTIQ+ de Medellín, murió presuntamente asesinada a golpes por cinco vecinos en su casa familiar ubicada en un pequeño barrio de la ciudad el 26 de julio de 2025. El brutal ataque, investigado por la Fiscalía como un crimen de odio motivado por discriminación de género e identidad sexual, dejó a la víctima con 76 heridas en el cuerpo, muchas de ellas concentradas en el rostro. Dos de los presuntos responsables han sido detenidos, mientras que tres permanecen en libertad en medio de un proceso judicial plagado de postergaciones.
Los agresores ingresaron a la vivienda y golpearon salvajemente a Ángela María, cuyo cuerpo fue hallado tres días después en la cocina, rodeado de vidrios rotos y charcos de sangre, tras una alerta de vecinos por el fuerte olor que emanaba de la casa. La víctima, quien vivía sola en la propiedad heredada de su madre fallecida por cáncer y tenía una hija, trabajaba como vendedora ambulante de cigarrillos y dulces en el sector Provenza. Esa misma noche, Ángela grabó un video documentando el acoso que sufría, en un intento desesperado por registrar las amenazas constantes.
Acoso sistemático desde la infancia
El caso revela un patrón de hostigamiento vecinal que Ángela María Poso y su familia padecieron desde su infancia, incluyendo amenazas de muerte, daños a la propiedad, robos, cortes de luz, rotura de electrodomésticos, esparcimiento de basura y hasta el abandono de animales muertos frente a su hogar. La víctima presentó más de 60 denuncias ante la Fiscalía y la Policía, pero ninguna prosperó lo suficiente para detener las agresiones. Su familia, compuesta por once hermanos, fue desplazada en varias ocasiones; Ángela llegó a refugiarse por tres meses en una fundación tras intimidaciones directas. Su hermana menor, Talía, reveló estos detalles en el pódcast Conducta Delictiva, donde la Fiscalía ha basado sus acusaciones de discriminación sostenida.
“Mi mamá quería tener los 12 apóstoles (hijos) y yo fui la última”
Talía, hermana menor de Ángela María Poso
“Le hacían bullying porque era diferente, y cuando respondía las agresiones, le decían que si se creía hombre peleara como uno. La desplazaron de su propia casa: llegó a estar tres meses en una fundación tras amenazas directas de muerte”
Talía, hermana menor de Ángela María Poso
Uno de los vecinos capturados era el mismo que había tenido problemas previos con la madre de las hermanas, conocido por su comportamiento conflictivo hacia ellas. Talía enfatizó que su hermana luchó incansablemente por salir adelante y defender la casa familiar, pero ni siquiera pudo ser velada en condiciones dignas debido al avanzado estado de descomposición de su cuerpo tras tres días abandonado.
“El vecino que tenía problemas con mi mamá es el mismo que ahora está capturado. Siempre fue problemático con nosotras”
Talía, hermana menor de Ángela María Poso
“Mi hermana solo luchó por salir adelante y defender la casa que nos dejó nuestra mamá. No pudo ni siquiera ser velada en condiciones dignas, pues su cuerpo ya estaba en descomposición”
Talía, hermana menor de Ángela María Poso
Este trágico suceso pone en evidencia la vulnerabilidad de las personas de la comunidad LGBTIQ+ ante la discriminación y la inacción institucional, en un contexto donde las denuncias acumuladas no lograron prevenir el desenlace fatal. La Fiscalía continúa el proceso judicial, con la esperanza de que justicia se haga para Ángela María Poso y su familia.
