Lehder revela en podcast reunión con Raúl Castro para ruta de cocaína del Cartel de Medellín en 1981

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Carlos Lehder, exnarcotraficante del Cartel de Medellín, reveló en el podcast Más allá del silencio detalles inéditos sobre el vínculo entre esa organización criminal, liderada por Pablo Escobar, y la dictadura cubana de Fidel y Raúl Castro en 1981, con el fin de establecer una ruta de tráfico de cocaína hacia Estados Unidos. Mientras se encontraba en Las Bahamas, Lehder recibió una invitación para visitar Cuba a través de una doctora, y sesenta días después viajó en su avión privado desde Colombia hasta La Habana, donde aterrizó con autorización de la familia Castro. Las reuniones se extendieron a un cayo con hotel, un sitio militar y el Cayo Norman, propiedad de Lehder pero controlado por los cubanos, donde se propuso un pago de mil dólares por kilo de cocaína y se usó la palabra clave “canela” para el negocio.

En esas encuentros, los militares cubanos, incluyendo al coronel Tony de la Guardia —fusilado años después por la propia dictadura acusado de narcotráfico—, manifestaron su interés en montar no solo una ruta de tráfico, sino una organización propia para aprender de los expertos del Cartel de Medellín y usar la isla como trampolín para enviar la droga a Estados Unidos, además de ofrecer los bancos cubanos para manejar los dólares. Lehder discrepó porque los cubanos querían controlarlo todo, y aunque la reunión con Raúl Castro duró solo cuatro minutos en un sitio militar, fue fría y con citas revolucionarias, pero dejó claro que cualquier acuerdo tenía aprobación desde lo más alto, con plena garantía.

La propuesta que no prosperó y sus repercusiones

Lehder reportó todo a Pablo Escobar, Gustavo Gaviria y “El Gacha” en Medellín, pero rechazó la alianza porque ya contaban con Manuel Noriega en Panamá y los sandinistas en Nicaragua. Años después, preso, Lehder vio en un periódico que Cuba había fusilado al general Tony de la Guardia y otros por narcotraficantes relacionados con Pablo Escobar, lo que confirmó sus sospechas. Aunque él afirma no haber trabajado con Cuba, sostiene que Escobar sí lo hizo, y la DEA obtuvo pruebas contra Raúl Castro sobre esta ruta evidente que generó pánico en la isla. Estos detalles también se exponen en su libro Vida y muerte del cartel de Medellín.

“Estando yo en Las Bahamas, recibí una invitación para visitar Cuba, a través de una doctora. 60 días más tarde, me acompaño en mi avión desde Colombia a La Habana, donde aterrizamos autorizados por la familia Castro. Yo no sabía mucho que querían en la dictadura”

Carlos Lehder, exnarcotraficante del Cartel de Medellín

“Establecí que estaban interesados en montar una ruta de tráfico de cocaína, no solo montarla, sino establecer una organización de ellos, aprender de nosotros y traficar la cocaína a Estados Unidos, lo que fue un error, porque de capitalista tenían muy poquito”

Carlos Lehder, exnarcotraficante del Cartel de Medellín

“La posición de ellos era ofrecerme una isla para establecer un trampolín para descargar la cocaína de nosotros. Discrepamos porque yo era uno de los más exitosos, ellos querían controlar todo y me ofrecieron la ridiculez de que le comentará a Pablo y Gustavo de que nos ofrecían los bancos cubanos para traer los dólares”

Carlos Lehder, exnarcotraficante del Cartel de Medellín

“Me llevaron a un sitio militar y llegó Raúl Castro, el hermano de Fidel Castro. Fue muy frío, muy esporádico en el saludo y sin mirarme mucho cito frases de la revolución. Fueron cuatro minutos y era obvio que cualquier negocio que hiciéramos venía desde arriba, había garantía”

Carlos Lehder, exnarcotraficante del Cartel de Medellín

“Teníamos a Noriega, yo no me iba a meter en eso. Años más tarde, yo preso, cogí un periódico y miro al general y otros más, Cuba los había fusilado por narcotraficantes, por Pablo Escobar”

Carlos Lehder, exnarcotraficante del Cartel de Medellín

Estas revelaciones, basadas en la entrevista del podcast Más allá del silencio y el libro de Lehder, arrojan luz sobre nexos ocultos entre el narcotráfico colombiano y regímenes comunistas, recordando cómo el Cartel de Medellín tejía alianzas globales en los años ochenta para dominar el mercado de la cocaína.

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