$4,2 billones en Equipos Básicos de Salud sin monitoreo: PISIS inactiva seis meses

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El Gobierno nacional destinó 4,2 billones de pesos a los Equipos Básicos de Salud entre 2022 y 2025, una de las principales estrategias de atención primaria impulsadas por la administración de Gustavo Petro, pero la plataforma PISIS, diseñada para monitorear la ejecución y los resultados de estos recursos provenientes de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud y el Presupuesto General de la Nación, permanece inactiva desde hace seis meses, lo que genera dudas sobre la real efectividad de la inversión. El ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, afirmó recientemente en el Consejo de Ministros que absolutamente todos los municipios del país cuentan con estos equipos trabajando y que más de 90.000 personas están desplegadas en el territorio, incluyendo 480 equipos adicionales, aunque expertos cuestionan estas cifras por la falta de datos públicos transparentes.

Según la Dirección de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud, operan actualmente 11.411 Equipos Básicos de Salud, superando la meta de 9.332 para 2025 y acercándose a la de 11.751 para 2026, con un costo mensual promedio por equipo de 65.832.729 pesos y una composición base de ocho profesionales que varía según el territorio. Sin embargo, la plataforma PISIS registra asignaciones por 8,4 billones de pesos dentro de un total de 10,9 billones, de los cuales solo se ha ejecutado el 16,9 por ciento, y hasta julio permitía consultar la cobertura y los hogares visitados, pero ahora solo ofrece datos financieros o requiere acceso institucional, lo que impide verificar el impacto real en la atención primaria.

Discrepancias regionales y falta de ejecución

Expertos como Johnattan García, investigador de la Universidad de Harvard, explican que para que un Equipo Básico de Salud entre en funcionamiento debe atravesar tres etapas clave: la apropiación o asignación de recursos, el giro o entrega al hospital público y finalmente la ejecución mediante la contratación del equipo, por lo que una mera asignación presupuestal no garantiza su operación en terreno. Esto se evidencia en regiones como La Guajira, donde de 155 equipos asignados solo siete están operando; Antioquia, con 1.267 reportados pero solo 124 vigentes; y Magdalena, con 260 asignados pero ninguno funcionando. García añade que solo el 20 por ciento de los Equipos Básicos de Salud pagados entrega información sobre su desempeño, lo que explica la ausencia de documentos sólidos del Gobierno y su recurrencia a reportes del Instituto Nacional de Salud sobre desnutrición infantil para resaltar logros.

“Entonces aquí estamos hablando de más de 90.000 personas que están en todo el territorio”

Guillermo Jaramillo, Ministro de Salud

“absolutamente todos los municipios del país tienen esos equipos básicos trabajando”

Guillermo Jaramillo, Ministro de Salud

El Ministerio de Salud no respondió a consultas sobre la inactividad de PISIS ni las discrepancias entre asignaciones y equipos en funcionamiento, lo que aumenta el riesgo de conteos inflados por asignaciones repetidas a los mismos equipos. Paúl Rodríguez, experto en economía de la salud, enfatiza que lo relevante no es el número de empleados, sino las personas atendidas que de otra forma no recibirían atención, subrayando la necesidad de indicadores claros de impacto más allá de las cifras de personal desplegado.

“Para que un EBS esté en funcionamiento debe pasar por la etapa de apropiación (asignación de recursos), luego la de giro (entrega de recursos al hospital) y, finalmente, la de ejecución (contratación del equipo). Por lo cual, el que se asigne dinero no significa que los equipos estén operando en una zona”

Johnattan García, investigador de la Universidad de Harvard

“solo el 20 % de los EBS pagados entrega esa información, por eso nunca han sacado un documento fuerte y se pegan de los reportes del Instituto Nacional de Salud sobre desnutrición infantil para mostrarlo como logro”

Johnattan García, investigador de la Universidad de Harvard

“el número de personas que atendieron que no hubieran recibido atención de otra manera y no el número de empleados”

Paúl Rodríguez, experto en economía de la salud

Esta situación pone en jaque la transparencia de una iniciativa clave para fortalecer la salud pública en Colombia, especialmente en zonas apartadas, donde la brecha entre recursos asignados y servicios reales persiste, según reportes de fuentes como El Colombiano y análisis independientes.

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