La Comisión Nacional de Disciplina Judicial (Cndj), a través del magistrado Julio Andrés Sampedro, abrió un juicio disciplinario contra el magistrado auxiliar Álex Movilla Andrade, del despacho del magistrado Francisco Farfán en la Corte Suprema de Justicia, por presuntas presiones indebidas ejercidas sobre el testigo clave Sneyder Pinilla, exsubdirector de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd). Este proceso se deriva de una falta grave calificada como constreñimiento y vulneración de derechos fundamentales, como el de no autoincriminarse y el de permanecer en silencio, durante audiencias realizadas los pasados 9 y 20 de agosto de 2024 en la Corte Suprema de Justicia de Colombia. La decisión, contenida en un auto de 51 páginas emitido recientemente, se basa en la revisión de videograbaciones de esas sesiones y en la queja disciplinaria presentada por Pinilla, que fue remitida por la propia Corte Suprema.
Las intervenciones de Movilla Andrade habrían limitado el derecho de Pinilla a guardar silencio, precisamente cuando el testigo negociaba un principio de oportunidad con la Fiscalía en el marco del caso de corrupción en la Ungrd. Pinilla, quien en abril de 2024 fue condenado a 5 años y 8 meses de prisión, había optado por el silencio en dos audiencias mientras avanzaban esas negociaciones. Además, Movilla advirtió sobre una posible compulsa de copias por falso testimonio. En sus declaraciones, Pinilla había alegado sobornos por 3.000 millones de pesos a Iván Name y 1.000 millones a Andrés Calle, además de mencionar a figuras como Luis Fernando Velasco y Ricardo Bonilla, en el contexto de una organización criminal involucrada en el escándalo.
El contexto del caso de corrupción en la Ungrd
El caso de la Ungrd representa uno de los mayores escándalos de corrupción en Colombia, con Pinilla como testigo clave en contra de Iván Name, Andrés Calle, Olmedo López y otros implicados. La Cndj califica la conducta de Movilla como atentatoria de la dignidad humana, la autonomía de la voluntad y la libertad de conciencia, en un momento de intenso escrutinio sobre la Rama Judicial en procesos de alto impacto político. Este juicio disciplinario avanza mientras se profundiza la investigación sobre las irregularidades en la entidad.
“estamos en febrero o marzo y usted sigue señalando gente en los medios de comunicación, personalidades, personas que representan al Estado y a la sociedad colombiana y ya aquí durante varias horas los volvió a incriminar y ahora viene a hacer uso otra vez del derecho a silencio, como lo hizo en la primera ocasión que estuvo, cercenando el derecho que tienen los abogados a preguntarle sobre lo que usted expuso; eso no se lo vamos a permitir y vamos a tomar medidas sobre eso”
Álex Movilla Andrade, magistrado auxiliar
“al haberse incriminado pública y probatoriamente, renunció de manera voluntaria a su derecho a no autoincriminarse y a silencio”
Álex Movilla Andrade, magistrado auxiliar (en su defensa)
Este nuevo proceso disciplinario subraya las tensiones en la administración de justicia en casos sensibles, donde el equilibrio entre los derechos de los testigos y las necesidades probatorias se pone a prueba, y podría tener implicaciones mayores para la credibilidad de la Corte Suprema de Justicia en medio del debate nacional sobre corrupción y accountability judicial.
