Episodio de Pokémon hospitalizó a 685 niños en Japón y generó rumores satánicos en Colombia

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El 16 de diciembre de 1997, el episodio 38 de la serie Pokémon, titulado «Dennō Senshi Porygon» o conocido como «Pokémon Shock», transmitido por TV Tokyo en Japón, provocó un impacto devastador al causar 685 hospitalizaciones por epilepsia fotosensitiva entre niños, expuestos en 4.6 millones de hogares. Una secuencia de destellos rojos y azules a alta frecuencia, conocida como efecto paka-paka, desencadenó convulsiones, mareos y náuseas en un 0.5-0.8% de los menores afectados, un suceso agravado por las retransmisiones en noticieros que generaron histeria colectiva. Cuando la serie llegó a Colombia en 1998 a través del Canal RCN, el incidente alimentó rumores de que Pokémon era satánica, impulsados por iglesias cristianas evangélicas y cobertura internacional, lo que llevó a prohibiciones en numerosos hogares.

El revuelo en Japón no solo suspendió el episodio por cuatro meses y lo retiró permanentemente de circulación, sino que también excluyó a Porygon de futuras apariciones en la franquicia, mientras se establecían nuevos reglamentos en la industria del anime para evitar destellos y colores intensos. Nintendo, una de las empresas afectadas, vio caer sus acciones un 3.2%, según documentó el portal Nintenderos y la prensa estadounidense. En Colombia, el contexto de un internet recién estrenado facilitó la propagación de estos rumores religiosos, replicados por representantes de iglesias pequeñas, aunque sin figuras prominentes en medios nacionales.

Rumores satánicos y prohibiciones en hogares colombianos

Aunque Pikachu se mantuvo como la imagen central de la franquicia, en Colombia las experiencias personales reflejan cómo el miedo se instaló en familias. Testimonios de usuarios en foros y redes sociales colombianas evocan recuerdos vívidos de restricciones impuestas por padres influenciados por la desconfianza religiosa. Rumores similares surgieron en Brasil, donde el pastor Josué Yrion los amplificó, y en México con la periodista Lolita de la Vega, incluso parodiados en un episodio de Los Simpson.

«Sé que escuché cosas de vez en cuando y leí que algunos pensaban que la serie era satánica, pero realmente nunca se empujó tanto. Realmente siento que las experiencias difieren mucho».

Usuario de foros en internet

«Una compañera del trabajo de mi mamá era evangélica, y cuestionaba por qué me permitía ver Pokémon».

Usuario de foros

«Ver Pokémon fue lo primero que mi mamá me prohibió».

Usuario de foros

«Lo que ocurrió es que era un momento en el que el internet estaba recién estrenado en Colombia. En su momento, era más fácil que las personas con limitaciones a él, pudieran entender y asumir que lo que se decía en ese nuevo medio de información como algo real y más si se hablaba de religión. Terminaban replicando una y otra vez lo que escuchaban. No hubo como tal un representante religioso importante que afirmara en medios nacionales esos rumores con Pokémon, pero sí muchos representantes de iglesias pequeñas. Hoy en día eso es más que nada, una anécdota social».

Usuario en redes sociales

Hoy, el «Pokémon Shock» se recuerda como una anécdota social en Colombia, un eco de cómo un incidente médico en Japón se transformó en pánico cultural local, destacando la vulnerabilidad de los niños ante estímulos visuales y la rapidez con que viajan los miedos en la era temprana de la globalización televisiva.

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