Julio Camargo, un joven colombiano de 24 años originario de Villavicencio, enfrenta un diagnóstico devastador en Australia, donde reside desde que migró para estudiar inglés y trabajar como auxiliar de carpintería. Allí fue diagnosticado con un tumor desmoplásico de células pequeñas y redondas, un sarcoma agresivo y extremadamente raro que afecta los tejidos blandos, con solo alrededor de 200 casos reportados en el mundo. El cáncer se originó en su hígado y se extendió rápidamente al abdomen, la columna vertebral, los pulmones y recientemente al cerebro, detectado tras una convulsión.
Antes de su partida, Julio estudiaba ingeniería agrícola en la Universidad Nacional de Bogotá. Sus síntomas iniciales eran comunes, pero exámenes profundos y una biopsia confirmaron la enfermedad en un hospital australiano especializado en cánceres raros, que él describe como su «segunda casa» por la rapidez en el tratamiento. Inició quimioterapia por seis meses en 2024, combinada con cirugía y radioterapia, pero una recaída reciente obligó a un nuevo ciclo que comenzó en menos de una semana.
Un sarcoma que da entre los órganos
El alto costo del tratamiento ha sido cubierto gracias a donaciones y trabajos esporádicos, mientras su familia lo acompaña desde Villavicencio en esta lucha. A pesar de la incertidumbre sobre el futuro, Julio mantiene una actitud positiva, sustentada en ejercicio y una alimentación adecuada. «Es un sarcoma que da entre los órganos», explica el joven, quien al recibir la noticia inicial reaccionó con incredulidad: “Apenas me lo dijeron, yo dije: ‘No, no es posible’ (…) No quería creerlo hasta tener la biopsia confirmada. Pero cuando fue confirmado, mi mente tuvo un reseteo y empecé a aceptarlo y a vivir lo que tenía que vivir. No me martiricé mucho, porque ya no había mucho que pudiera hacer”.
“Que era un caso bastante extraño, que en Australia había muy poquitos casos, pero afortunadamente el hospital donde me recibieron se especializa en este tipo de cánceres raros”.
Julio Camargo
En medio de la adversidad, Julio enfatiza su resiliencia: “Me tomó menos de una semana empezar un nuevo tratamiento”. Su pronóstico actual no está definido, pero afirma: “Por ahora no está definido. No sé, pero igual con toda la actitud, sea lo que tenga que pasar, el tiempo que sea, la actitud sigue arriba”. Envía un mensaje de esperanza a quienes lo apoyan, solicitando donaciones, oraciones o ayuda a otros en situaciones similares. Esta historia, basada en un reportaje de Red+ Noticias con el periodista Sebastián García, resalta la lucha de un colombiano contra un mal casi único en el mundo.

















