En Colombia, el aumento del salario mínimo para 2026 no implicará un ajuste automático para los trabajadores que perciben sueldos superiores a este monto, dado que no existe ninguna obligación legal ni jurisprudencia que obligue a las empresas a modificar esos salarios. La Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales no logró un acuerdo entre sindicatos, trabajadores y empleadores para el incremento de 2026, por lo que será fijado mediante decreto presidencial, similar a lo ocurrido para 2025, cuando se estableció en 1.623.500 pesos, incluyendo un auxilio de transporte de 200.000 pesos y una base de 1.423.500 pesos, lo que representó un alza del 9,5 por ciento respecto a 2024. Este cambio afecta directamente a más de dos millones de trabajadores que ganan el salario mínimo mensual para una jornada de 46 horas semanales, pero deja en manos de las empresas colombianas, según análisis de la Federación Colombiana de Gestión Humana (Acrip) y la plataforma Buk, especializada en recursos humanos, la decisión de ajustar remuneraciones más altas.
En 2025, el 88 por ciento de las empresas optaron por incrementar los salarios superiores al mínimo en un promedio del 7,1 por ciento, superando el Índice de Precios al Consumidor (IPC) proyectado para ese año del 5,2 por ciento, y basándose en factores como resultados organizacionales, condiciones del mercado salarial y el IPC mismo. Estas decisiones se tomaron de manera autónoma en regiones como Valle del Cauca y Cundinamarca, donde los aumentos promediaron el 7,2 por ciento; Antioquia, con un 6,6 por ciento; y la Región Caribe, con un 6,5 por ciento. Por niveles jerárquicos, el personal base vio incrementos del 7,9 por ciento, los técnicos del 7,4 por ciento, juniors y gerencia media del 6,9 por ciento, y seniors junto con alta gerencia del 6,7 por ciento.
Proyecciones para 2026 y brechas persistentes
Para 2026, el 77,5 por ciento de las empresas prevé realizar incrementos salariales, aunque con expectativas por debajo del 7 por ciento, lo que podría impactar el poder adquisitivo de quienes ganan más del mínimo y deben negociar individualmente o mediante acuerdos colectivos. Además, persisten brechas de género en los promedios mensuales: en alta gerencia, los hombres reciben 43.400.000 pesos frente a 35.900.000 de las mujeres; en gerencia media, 18.200.000 pesos para hombres y 16.800.000 para mujeres; y en personal base, 2.200.000 pesos contra 1.600.000 pesos. Como complemento, las compañías ofrecen beneficios extralegales como una prima de Navidad no salarial en el 24,9 por ciento de los casos, un adicional de diciembre en el 20,2 por ciento y días extras de vacaciones en el 19,3 por ciento, prácticas que ayudan a mitigar la falta de ajustes obligatorios en salarios superiores.
Este panorama salarial, analizado en discusiones de la comisión y reportado por entidades como Acrip y Buk, subraya la autonomía empresarial en la gestión de remuneraciones por encima del mínimo, en un contexto nacional donde el decreto presidencial definirá el piso para millones de trabajadores a partir del próximo año.

















