Madre bogotana denuncia adopción irregular de cuatro hijos en Jordania por ICBF

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Yaneth Pardo, una madre colombiana de Bogotá, denuncia la adopción ilegal de cuatro de sus hijos, enviados a Jordania en 2018 tras la intervención del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), y clama por su restitución inmediata. Los menores, ahora en Oriente Medio a 11.800 kilómetros de distancia, fueron separados de su familia pese a que contaban con vivienda, alimentación y educación básica proporcionada por Yaneth, quien en ese momento tenía a su cargo nueve hijos sustentados con trabajos informales como el reciclaje.

La historia de Yaneth, compartida en el pódcast «Vos Podés» conducido por la periodista Tatiana Franko, refleja las adversidades de muchas madres latinoamericanas atrapadas en la pobreza y la burocracia institucional. Su infancia estuvo marcada por el abandono: a los cuatro años, su madre intentó «regalarla» para enviarla a Estados Unidos, un destino evitado por sus abuelos paternos, aunque luego sufrió maltrato que la llevó a huir de casa a los 12 años en busca de un futuro mejor. Gracias a la orientación laboral de su madrastra, Yaneth logró mantener a sus nueve hijos, asegurando que nunca se acostaran sin comida y siempre estudiaran.

Una pérdida irreparable en medio del dolor

El proceso de separación coincidió con una tragedia personal: en 2018, Yaneth enterraba a uno de sus hijos por cáncer mientras el ICBF se llevaba a los otros cuatro, argumentando adversidades familiares. Hoy, con su hijo restante luchando contra la misma enfermedad, recorre oficinas de autoridades en Colombia para lograr el regreso de los menores, enfatizando que quiere que estudien en su país y escojan su propio futuro.

«Mi mamá me regaló a la edad de cuatro años. Ella me iba a regalar para un país, Estados Unidos».

Yaneth Pardo, madre

«Yo me fui de la casa de ver tanto sufrimiento».

Yaneth Pardo, madre

«No había amor de padres hacia mí».

Yaneth Pardo, madre

En su testimonio, Yaneth resalta el esfuerzo diario por sus hijos: «Nunca se acostaron sin comida, siempre estudiaron». Ahora, su grito de auxilio es claro: «Tengo mi hijo con cáncer, ayúdeme» y «En el 2018 enterraba a uno y a los otros se los llevaban». Este caso pone en el ojo público las fallas institucionales que derivan en separaciones familiares cuestionables, dejando a una madre en una lucha incansable por la reunificación.

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