En una operación conjunta del Ejército Nacional, la Policía Nacional y la Fuerza Aeroespacial Colombiana, las autoridades destruyeron un mega depósito de explosivos perteneciente a la estructura Jaime Martínez de las disidencias de las FARC, dirigida por alias Iván Mordisco, en la vereda San Ignacio del municipio de Buenos Aires, en el norte del Cauca. Este taller clandestino contenía casi dos toneladas de material detonante, incluyendo 1.700 kilogramos de explosivos de alto poder, cuatro vehículos acondicionados como carros bomba —una volqueta, un furgón y dos automóviles equipados con sistemas de iniciación eléctrica y radiofrecuencia—, cinco artefactos de percusión tipo granada de mortero, 14 cilindros de gas de diferentes capacidades y 11 cargas propulsoras con sustancias explosivas, además de drones, controles de dron, baterías y abundante munición.
La acción, resultado de un fortalecimiento en inteligencia tras un consejo de seguridad en Popayán, incluyó enfrentamientos armados y una destrucción controlada del sitio, con el objetivo de golpear la capacidad ofensiva y logística de esta estructura criminal, responsable de planeados atentados en el Cauca y el Valle del Cauca. Alias Cachorro, el explosivista y cabecilla de la subestructura, ha sido señalado como responsable de ataques contra la Policía y civiles en el norte del Cauca durante más de seis años, incluyendo el asalto del 16 de diciembre pasado a la estación de Policía de Buenos Aires con explosivos y ráfagas de fusil.
Golpe significativo a las capacidades terroristas
Este operativo representa un golpe significativo a las operaciones de las disidencias, con autoridades destacando la colaboración comunitaria como clave para el éxito. Las operaciones continúan por aire y tierra en la zona, mientras se ofrecen recompensas de hasta 200 millones de pesos por información que permita capturar a los líderes. La línea 107 permanece habilitada para denuncias con reserva de identidad, invitando a la ciudadanía a contribuir en la lucha contra estas amenazas.
