El Servicio Geológico Colombiano registró un sismo de magnitud 3.5 en el municipio de Piedecuesta, en el departamento de Santander, Colombia, en la madrugada del 25 de diciembre a las 00:31 hora local. El movimiento telúrico se originó en las coordenadas 6.867274761 de latitud y -72.99977112 de longitud, a una profundidad de 158 kilómetros, en una zona caracterizada por el alto riesgo sísmico debido a la ubicación de Colombia en el Cinturón de Fuego del Pacífico, donde se concentran el 80% de los temblores más fuertes del mundo.
Esta información preliminar del Servicio Geológico Colombiano está sujeta a posibles revisiones en cuanto a magnitud o ubicación exacta. El evento resalta la constante actividad sísmica en el país, situado en dos áreas principales de subducción: una entre la placa Nazca y la Sudamericana, y otra entre la Sudamericana y la del Caribe, lo que genera una alta frecuencia de temblores en regiones como Nariño, Chocó, Caldas y Santander.
La zona de Los Santos, epicentro de actividad sísmica mundial
Particularmente, la región de Los Santos en Santander se posiciona como la segunda zona más sísmica del mundo, lo que subraya la vulnerabilidad de esta área. En Colombia, la intensidad de los sismos se mide mediante la Escala Macrosísmica Europea EMS-98, que clasifica los efectos desde el nivel 2, donde apenas se percibe el movimiento, hasta superiores a 7, que provocan daños severos en estructuras.
Sismos históricos que marcan la memoria colectiva
La historia de Colombia está marcada por eventos sísmicos devastadores, como el de Ecuador y Colombia en 1868, con magnitudes de 6.3 y 6.7 que causaron alrededor de 70.000 víctimas; el de Cúcuta en 1875, estimado entre 7.5 y 8.5, que dejó 461 cadáveres solo en territorio colombiano; el de 1906 con magnitud 8.8, responsable de 1.500 muertes por tsunami en Tumaco; el de Páez en 1994, de 6.4 que cobró cerca de 800 vidas; y el del Eje Cafetero en 1999, de 6.2, que superó las 1.000 muertes, dejó más de 4.000 heridos y unos 500 desaparecidos.
Autoridades y expertos recomiendan a la población mantener la calma ante temblores de esta magnitud, que generalmente no causan daños estructurales significativos, pero enfatizan la importancia de la preparación constante dada la ubicación geológica del país en el Cinturón de Fuego.

















