Monseñor Henao señala violencia en Oriente Antioqueño y diálogos en Nariño y Barrancabermeja

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Monseñor Héctor Fabio Henao, delegado para las relaciones Iglesia-Estado de la Conferencia Episcopal Colombiana, presentó un balance sobre la persistente violencia en el país, destacando desafíos como la fragmentación social y la radicalización, al tiempo que expresó optimismo por los avances en el diálogo y los movimientos de reconciliación nacional. En una entrevista concedida a la revista Cambio desde el Oriente antioqueño, el prelado abordó la situación en regiones como Antioquia, Nariño, Barrancabermeja y La Guajira, en el contexto del cierre de 2025 y las elecciones próximas, donde decenas de familias han quedado enlutadas por actos violentos en zonas de conflicto.

El país enfrenta múltiples desafíos agravados por violencias persistentes que han complicado problemáticas sociales y llevado a una fragmentación notable, según detalló monseñor Henao, quien subrayó el recrudecimiento de ataques armados este año y los desplazamientos forzados en diversas regiones, tras décadas de conflicto en comunidades como las de Antioquia.

«El país enfrenta muchos desafíos. Algunas problemáticas sociales se han vuelto más complejas debido a las violencias persistentes y a las radicalizaciones que han llevado a una cierta fragmentación del país.»

Monseñor Héctor Fabio Henao, delegado para las relaciones Iglesia-Estado de la Conferencia Episcopal

Doble realidad: violencia y resistencia comunitaria

A pesar de las amenazas y hechos graves perpetrados por actores armados en los territorios, la Iglesia constata una doble realidad marcada por el incremento de la violencia y, paralelamente, por la resistencia comunitaria que impulsa escenarios humanitarios y salidas al conflicto. Movimientos nacionales de diálogo promovidos por la sociedad civil han cobrado fuerza ante el ciclo electoral, con iniciativas como las mesas interinstitucionales en la Diócesis de Barrancabermeja y ejercicios similares en La Guajira.

«Existen dos tendencias claras. Por un lado, el accionar de actores violentos en los territorios, con amenazas y hechos muy graves que no se pueden ocultar. Pero, paralelamente, también se están alzando voces e iniciativas desde distintos sectores de la sociedad que buscan proponer salidas y abrir espacios de encuentro.»

Monseñor Héctor Fabio Henao, delegado para las relaciones Iglesia-Estado de la Conferencia Episcopal

Entre los avances destacados figura el diálogo en Nariño con los Comuneros del Sur, disidencia del ELN, que ha contribuido a reducir la violencia local, mientras se percibe una atmósfera creciente en la que diversos sectores elevan sus voces para acercar posiciones y fomentar la fraternidad entre los colombianos.

«Percibimos que se está creando una atmósfera en la cual muchos sectores comienzan a elevar su voz para acercar posiciones, promover el diálogo y fomentar un mayor reconocimiento y fraternidad entre los distintos miembros de la sociedad colombiana.»

Monseñor Héctor Fabio Henao, delegado para las relaciones Iglesia-Estado de la Conferencia Episcopal

El optimismo del delegado episcopal radica en la energía y el humanismo de las comunidades, más que en una ingenuidad, lo que permite vislumbrar un camino hacia la reconciliación en medio de la compleja coyuntura nacional.

«El optimismo que conservo no parte de una ingenuidad, sino de la energía y el humanismo extraordinario de las comunidades.»

Monseñor Héctor Fabio Henao, delegado para las relaciones Iglesia-Estado de la Conferencia Episcopal

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