Intensas lluvias registradas la noche del 24 de diciembre provocaron el desbordamiento del río Tuluá y la quebrada La Arrieta, generando inundaciones en varios barrios de Tuluá y San Pedro, en el Valle del Cauca, y alterando las celebraciones de Navidad en esas zonas. Los sectores más afectados en Tuluá incluyeron Tomás Uribe, La Inmaculada, Brisas del Río, La Playita, Trinidad, La Graciela y 7 de Agosto, así como la sede del Cuerpo de Bomberos, mientras que en San Pedro las aguas impactaron barrios y sectores rurales cercanos a la quebrada.
La creciente súbita, acompañada de palizada y generada por precipitaciones intensas y persistentes sin alertas previas, hizo que el agua se desplazara por las calles hacia los barrios bajos, causando daños materiales en viviendas, vías públicas y espacios comunes. Autoridades como la Defensa Civil, la Cruz Roja y el Centro Aguas se activaron de inmediato junto al Cuerpo de Bomberos para realizar evacuaciones preventivas en varios hogares y gestionar el riesgo, aunque afortunadamente no se registraron víctimas humanas.
Daños significativos y preocupación por el caudal
Uno de los impactos más notorios ocurrió en la sede del Cuerpo de Bomberos de Tuluá, donde el agua subió hasta 1,5 metros, inundando la edificación y obligando a sacar las máquinas a las calles. Martín Hincapié, secretario de Gobierno de Tuluá, y Rubén Darío Lozano, teniente del Cuerpo de Bomberos, lideraron las labores de respuesta, evaluando un plan de contingencia ante la persistencia de la situación en la madrugada del 25 de diciembre.
«el nivel del río efectivamente ya ha descendido, pero todavía no se pueden descartar riesgos en las regiones aledañas»
Martín Hincapié, Secretario de Gobierno de Tuluá
Las comunidades cercanas a los ríos permanecen en alerta bajo monitoreo continuo de los afluentes para prevenir nuevas inundaciones, mientras las autoridades exhortan a la población a actuar con prudencia y reportar cualquier riesgo detectado.
«la edificación de bomberos quedó inundada y logramos sacar las máquinas a las calles. Tenemos una situación grave: el agua subió metro y medio, pero nos preocupa que el río no baja su nivel. Estamos evaluando un plan de contingencia, porque no podemos hacer nada hasta que descienda el caudal»
Rubén Darío Lozano, Teniente del Cuerpo de Bomberos de Tuluá
«una creciente súbita con palizada generada por una lluvia intensa y sin alertas previas»
Rubén Darío Lozano, Teniente del Cuerpo de Bomberos de Tuluá
Equipos de gestión del riesgo continúan trabajando en la zona para mitigar los efectos y restaurar la normalidad, recordando la vulnerabilidad de estas áreas ante eventos climáticos extremos.

















