En la madrugada del 25 de diciembre, alrededor de las 2:49 a.m., un incendio provocado por un artefacto pirotécnico en una vivienda del sector Granizal, en el nororiente de Medellín, dejó a tres menores de seis, ocho y once años luchando por sus vidas en unidades de cuidados intensivos con pronóstico reservado. Los niños sufrieron insuficiencia respiratoria aguda debido a la inhalación de humo, en un incidente que resalta los peligros del uso irresponsable de pólvora durante la temporada navideña. Bomberos de Medellín y la Dirección de Gestión del Riesgo de Desastres intervinieron rápidamente para controlar las llamas, evitando que el fuego se extendiera a casas vecinas.
Además de los tres menores en UCI, el siniestro obligó a evacuar a una mujer adulta, quien ya recibió el alta médica, y a un hombre que permanece bajo observación. La vivienda resultó con daños estructurales que están en proceso de evaluación. Este es el cuarto incendio en diciembre vinculado al uso de pólvora y globos de mecha en la ciudad, en medio de una ola de accidentes que ha marcado las fiestas de fin de año.
Alarmante aumento de quemados por pólvora en Medellín
Hasta el 24 de diciembre, Medellín registró 115 personas quemadas por pólvora, un incremento del 145 por ciento en comparación con el año anterior, de las cuales el 31 por ciento requirió hospitalización. La tendencia de casos ha ido en ascenso: en 2022 se reportaron 23 quemados, 33 en 2023, 35 en 2024 y ya 51 en lo que va de este año. Entre las víctimas totales figuran 34 adultos y cinco niños de cero a cinco años, con el 69 por ciento recibiendo atención ambulatoria. La ciudad concentra diez veces más casos que municipios vecinos como Bello e Itagüí, donde se registran cinco cada uno. Las comunas más afectadas son Laureles-Estadio con diez casos, Buenos Aires con nueve y Robledo con siete.
«El uso irresponsable de la pólvora no solo es una contravención, sino un riesgo latente que hoy tiene a tres niños luchando por sus vidas»
Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín
Estos incidentes forman parte de un patrón recurrente en zonas residenciales durante el fin de año, donde el mal manejo de pirotécnicos genera lesiones graves como fracturas, quemaduras severas, daños oculares y auditivos, e incluso amputaciones. Las autoridades advierten que los responsables de menores lesionados enfrentan sanciones económicas o la posible pérdida de la patria potestad por parte del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Para mitigar estos riesgos, se han intensificado campañas con charlas educativas, material informativo y patrullajes preventivos. Las recomendaciones médicas enfatizan lavar las heridas con agua fría, cubrirlas con gasa limpia y evitar ungüentos o remedios caseros.

















