La Fiscalía General de la Nación archivó este jueves 25 de diciembre el proceso penal en contra del director de cine y televisión Camilo Vega, acusado por presunta estafa a un grupo de inversionistas que sumaban más de mil millones de pesos. La decisión se tomó tras verificar que no existía evidencia de engaño ni apropiación indebida de los fondos, en un caso que involucraba a denunciantes como el empresario automotriz Julián Solórzano, los médicos cirujanos Diego Penagos y Mario Sánchez, el empresario de telecomunicaciones Jaime Mercado y un socio de este último, quien aspira a la precandidatura presidencial. La investigación había iniciado en agosto de 2025, a raíz de tres denuncias presentadas en 2022 por la falta de retornos esperados en proyectos audiovisuales.
Los inversionistas habían aportado sumas significativas: Solórzano invirtió 200 millones de pesos inicialmente y luego otros 400 millones, mientras que los aportes de Mercado superaron los 2.000 millones y los de su socio alcanzaron más de 4.000 millones. Sin embargo, la Fiscalía determinó que todos habían firmado contratos donde se explicitaban los riesgos comerciales inherentes a la industria audiovisual, sin garantías de éxito, y que no hubo inducción al error por parte de Vega ni uso irregular de los recursos. Además, se comprobaron avances reales en los proyectos, como la película El Rey de la Montaña, que ya tuvo estreno en salas de cine y plataformas digitales, y la serie Amazon INC – El Ministro, en etapa de preproducción con guion y planeación avanzados.
Acuerdos extrajudiciales y trayectoria de Vega
En el marco del proceso, Vega llegó a acuerdos extrajudiciales con Solórzano y Penagos, aunque Sánchez no respondió a las propuestas de conciliación. Los documentos relacionados con las denuncias se encuentran en poder del abogado Manuel Villanueva, representante legal de los afectados. Cabe destacar la reconocida trayectoria profesional de Camilo Vega, quien ha obtenido dos premios India Catalina por su dirección en exitosas series como Pálpito, Pasión de gavilanes, La Guzmán, Paquita la del Barrio, La venganza de Analía y La niña, lo que respalda la legitimidad de sus emprendimientos en el sector audiovisual colombiano.
Este archivo del proceso pone fin a una controversia que generó expectación en el gremio cinematográfico y entre inversionistas privados, subrayando la importancia de leer detenidamente los contratos en inversiones de alto riesgo como la producción de contenidos audiovisuales, donde el éxito no siempre está garantizado pese a la calidad de los proyectos involucrados.
