En Tibú, Norte de Santander, intensos enfrentamientos armados entre disidencias de las Farc y el ELN, iniciados la noche del 24 de diciembre de 2025 y extendidos hasta el 25, han forzado el desplazamiento de al menos 250 personas en las últimas 24 horas. Los combates se concentran en el kilómetro 16 de la vía Tibú-La Gabarra, en el corregimiento de Pachelly, en la región del Catatumbo, donde las disidencias lanzaron una ofensiva para recuperar el control territorial frente al ELN. El fuego cruzado obligó a una ambulancia procedente de La Gabarra a regresar, mientras los habitantes buscaron refugio en una escuela local.
Los desplazados provienen principalmente de Tibú y El Tarra, y han llegado a Cúcuta en 54 núcleos familiares que suman unas 200 personas, así como a Ocaña con 11 núcleos familiares equivalentes a 50 individuos. Videos difundidos en redes sociales por testigos, como el usuario @jhonjacome en X, muestran la ambulancia retenida en un retén armado, evidenciando la gravedad de la situación. Además, existe una amenaza inminente de confinamiento para unas 6.000 personas en Pachelly, lo que podría agravar la crisis.
Crisis humanitaria en el Catatumbo
El Consejo Noruego para Refugiados (NRC), a través de datos oficiales de sus cabeceras en Cúcuta y Ocaña, reporta que en lo que va de 2025, la violencia en el Catatumbo ha afectado al menos a 200.000 personas, más de la mitad de la población de esta subregión. Tanto el ELN como las disidencias de las Farc mantienen control territorial permanente en municipios como Ábrego, Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, La Playa, Ocaña, San Calixto, Sardinata, Teorama y Tibú. La población ha solicitado al Gobierno nacional reforzar la seguridad, ante el escalamiento de confrontaciones que ha profundizado la crisis humanitaria.
“Personas que habitan en la región del Catatumbo tienen miedo de los combates entre grupos armados organizados. Cientos se están desplazando para salvar sus vidas y necesitan de asistencia humanitaria urgente: un techo seguro para albergarse, alimentos, agua segura y protección. En los próximos días el número de personas podría incrementarse si no se protege y respeta a la población civil”
Giovanni Rizzo, director del NRC en Colombia
“No puede ser posible que la vida de personas en el nororiente del país, así como en otras regiones, se siga poniendo en riesgo por las confrontaciones armadas. La solidaridad de todos, incluida la comunidad internacional y las instituciones del Estado, es fundamental para acompañar a quienes están siendo obligados a pasar esta época del año golpeados por la violencia y lejos de sus hogares y familias”
Giovanni Rizzo, director del NRC en Colombia
El NRC advierte que sin medidas inmediatas de protección, el potencial confinamiento y un desplazamiento mayor en Pachelly podrían disparar las cifras de afectados, exigiendo una respuesta urgente para garantizar la vida y los derechos de los civiles en esta zona estratégica del Catatumbo.
