En una operación conjunta entre la Policía Nacional, la Fiscalía General de la Nación y la Alcaldía de Medellín, fueron capturados Yeiner Alejandro Carmona Echavarría, conocido como alias Mandíbula, y Mateo Marín Bedoya, alias Aretes, señalados de ser responsables de múltiples hurtos calificados y agravados, así como de porte ilegal de armas de fuego en tiendas D1 de Medellín y Bello, en el Valle de Aburrá, Antioquia. Estos delincuentes operaban desde julio de 2024 hasta noviembre de este año, integrando una organización dedicada a hurtos sistemáticos que generó pérdidas superiores a los 32 millones de pesos en efectivo.
Los capturados ingresaban a las tiendas simulando ser clientes comunes, pero al llegar a la caja registradora desenfundaban armas de fuego para amenazar a los empleados y apoderarse del dinero, mientras un cómplice esperaba en una motocicleta afuera para facilitar la huida. Las cámaras de seguridad de las tiendas resultaron determinantes para su identificación, permitiendo documentar al menos 20 hurtos cometidos directamente por Carmona Echavarría y cerca de 200 atracos con un modus operandi similar en la región. La violencia empleada contra el personal de las tiendas subraya la peligrosidad de esta banda.
Investigación liderada por la Fiscalía
La Fiscalía General de la Nación, a través de un fiscal adscrito a la Estructura de Apoyo (EDA), lideró la investigación que culminó con estas capturas, en un esfuerzo por desarticular redes criminales que afectan los comercios en Antioquia. Carmona Echavarría aceptó los cargos imputados, mientras que Marín Bedoya había sido capturado previamente en estado herido durante un robo frustrado en el sector de Zamora. Estas acciones buscan reducir el impacto de tales organizaciones en el comercio local.
«La Fiscalía General de la Nación, a través de un fiscal adscrito a la Estructura de Apoyo (EDA), lideró la investigación que permitió»
Fiscalía General de la Nación
La noticia se basa en información reportada por El Colombiano el 5 de noviembre de 2024, destacando el compromiso de las autoridades para combatir la delincuencia que azota los establecimientos comerciales en el occidente de Colombia.

















