La Iglesia Católica, a través de monseñor Héctor Fabio Henao, delegado para las relaciones Iglesia-Estado, hizo un urgente llamado al Gobierno de Gustavo Petro, al ELN y a las disidencias de las Farc para que inicien un diálogo que aborde la grave crisis humanitaria en la región del Catatumbo, en Norte de Santander. Este llamado surge ante los desplazamientos masivos provocados por intensos enfrentamientos armados entre estos grupos, que han afectado municipios como Ábrego, Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, La Playa, Ocaña, San Calixto, Sardinata, Teorama y Tibú, con reportes de incidentes que comenzaron desde el 24 de diciembre de 2025, precisamente en la noche de Navidad y el día siguiente.
Según datos revelados, cerca de 250 personas han sido desplazadas desde esa fecha, con un riesgo inminente de confinamiento para otras 6.000, en un contexto donde al menos 200.000 habitantes de la subregión del Catatumbo han sido impactados por la violencia a lo largo de 2025, cifra que supera la mitad de su población total. Giovanni Rizzo, director de NRC Colombia, y monseñor Henao han enfatizado la necesidad de respetar los derechos humanos, garantizar el acceso humanitario y proteger a la población civil, las misiones humanitarias, las escuelas y los templos, ante el control territorial permanente que ejercen el ELN y las disidencias de las Farc en varios de estos municipios.
Crisis humanitaria en escalada
La población afectada ha solicitado refuerzos de seguridad estatal y el ingreso inmediato de brigadas humanitarias para mitigar el sufrimiento, mientras NRC advierte que la situación podría agravarse drásticamente si no se protege a los civiles y se fortalece la presencia gubernamental. Los enfrentamientos, que han escalado a lo largo del año, generan miedo generalizado y obligan a cientos a huir en busca de refugio, alimentos, agua segura y protección básica.
“Personas que habitan en la región del Catatumbo tienen miedo de los combates entre grupos armados organizados. Cientos se están desplazando para salvar sus vidas y necesitan de asistencia humanitaria urgente: un techo seguro para albergarse, alimentos, agua segura y protección. En los próximos días el número de personas podría incrementarse si no se protege y respeta a la población civil”
Giovanni Rizzo, director NRC Colombia
“Con profunda preocupación se recibió, durante la noche de la Navidad y el día siguiente, las noticias graves provenientes del Catatumbo. Unas noticias que nos hablan de una nueva crisis humanitaria en desarrollo. Es urgente que allí se respeten todos los principios humanitarios, la protección de la población civil, la protección también de las misiones humanitarias, de las escuelas, de los sitios de reunión como son los templos”
Monseñor Héctor Fabio Henao, delegado para las relaciones Iglesia-Estado
Monseñor Henao insistió en que el diálogo es el único camino viable para resolver estos conflictos, subrayando la necesidad de enfatizarlo como salida a las divisiones existentes. Finalmente, elevó una oración por el Catatumbo, sus familias y víctimas, pidiendo garantías para que puedan vivir en armonía y alcanzar el pleno desarrollo de la región.
“Aquí se requiere enfatizar en que el diálogo es el camino, es la salida, para todos los conflictos y para todas las situaciones que se presentan, en las cuales hay divisiones”
Monseñor Héctor Fabio Henao, delegado para las relaciones Iglesia-Estado
“Oramos por el Catatumbo, por las familias, por las personas que son víctimas en este momento de las situaciones que se están viviendo y pedimos que para ellas haya las condiciones, las garantías, para poder desarrollar su vida de manera armónica y llegar a un pleno desarrollo de esta región”
Monseñor Héctor Fabio Henao, delegado para las relaciones Iglesia-Estado

















