En Colombia y otros países de América Latina, el 28 de diciembre se conmemora el Día de los Santos Inocentes con una tradición llena de humor, bromas entre familiares, amigos y compañeros de trabajo, así como publicaciones falsas que circulan en redes sociales. Esta celebración tiene sus raíces en un trágico evento bíblico narrado en el Evangelio de San Mateo, donde Herodes, gobernador de Judea, Galilea, Samaria e Idumea, ordenó la matanza de todos los niños menores de dos años en Belén y sus alrededores para eliminar la amenaza del recién nacido Jesucristo, según lo que habían revelado los magos.
La festividad, que transforma una historia de dolor en un día de comedia y camaradería, se estableció en el calendario cristiano como la octava jornada posterior al nacimiento de Jesucristo. Históricamente ubicada en Belén, esta práctica ha evolucionado desde la Edad Media, incorporando influencias de las fiestas saturnales romanas, donde se invertía el orden social para celebrar con excesos y burlas, adaptándose con el tiempo a contextos locales de convivencia alegre.
El origen en la tragedia bíblica
El relato del Evangelio de San Mateo detalla cómo Herodes, al sentirse engañado por los magos, reaccionó con furia extrema, afectando a todos los niños menores de dos años en la región de Belén. Esta matanza, profetizada por Jeremías, simboliza la inocencia perseguida y ha sido reinterpretada a lo largo de los siglos para fomentar el humor inofensivo en la época navideña.
“Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos. Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Voz fue oída en Ramá, Grande lamentación, lloro y gemido; Raquel que llora a sus hijos, Y no quiso ser consolada, porque perecieron”
Evangelio de San Mateo 2:16-18
En la era digital, la tradición se ha potenciado con noticias virales y memes desmentidos rápidamente en redes sociales, fortaleciendo los lazos sociales mediante el riso compartido. Sin embargo, expertos recomiendan evitar bromas que generen miedo, dañen la reputación de las personas o causen pérdidas económicas, insistiendo siempre en aclarar el carácter ficticio de las publicaciones para preservar el espíritu festivo sin consecuencias negativas.
