El expresidente Álvaro Uribe Vélez fue absuelto este martes por la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá en el proceso por fraude procesal y soborno en actuación penal, revocando la condena en primera instancia dictada por la jueza Sandra Liliana Heredia el 28 de julio de 2025 en un juzgado de conocimiento de la capital. La decisión judicial pone fin a una etapa clave de la investigación que surgió de la denuncia interpuesta por Uribe en 2012 contra el senador Iván Cepeda por presuntos señalamientos de vínculos con paramilitares, la cual derivó en pesquisas de la Corte Suprema de Justicia sobre manipulación de testigos y migró a la Fiscalía tras la renuncia de Uribe al Senado.
El tribunal superior determinó la ausencia de pruebas contundentes que demostraran el dolo directo en las acciones imputadas, invalidando testimonios de exparamilitares como Juan Guillermo Monsalve por sus contradicciones y motivaciones personales, al tiempo que rechazó la figura del dolo eventual y criticó omisiones de la Fiscalía en la verificación del testimonio de Monsalve. En primera instancia, se habían validado interceptaciones telefónicas, grabaciones obtenidas mediante un reloj espía en la cárcel La Picota y declaraciones de Cepeda, Deyanira Gómez y el propio Monsalve, vinculado al abogado Diego Cadena, quien ya cumple una sentencia de siete años de prisión domiciliaria por hechos relacionados.
Prórroga para recurso de casación y contexto político
El 25 de noviembre de 2025, el tribunal concedió una prolongación del plazo para que la Fiscalía y las víctimas presenten recurso de casación, extendiéndolo hasta las 17:00 horas del 13 de enero de 2026, justo cuando el caso enfrentaba su prescripción en octubre de ese año. La defensa de Uribe había alegado inconsistencias en las pruebas y violaciones a la confidencialidad entre abogado y cliente, argumentos que pesaron en la revocatoria del fallo inicial.
Este proceso, que impactó profundamente la agenda política y jurídica de Colombia en 2025, mantiene abierta la posibilidad de revisión en la Corte Suprema, mientras Uribe y sus allegados celebran la absolución como una vindicación tras años de litigio en Bogotá.
