El 28 de diciembre se conmemora el Día de los Santos Inocentes, una fecha que rememora la trágica matanza ordenada por Herodes I el Grande en Belén y sus alrededores, donde mandó asesinar a todos los niños menores de dos años. Este episodio, narrado en el Evangelio según San Mateo, surgió del temor del rey al nacimiento de un nuevo rey de los judíos, anunciado por los Reyes Magos, quienes, advertidos en sueños, no regresaron a informar sobre el paradero del niño Jesús, José, María y su hijo, a quienes un ángel instruyó huir a Egipto para salvar sus vidas.
La tradición litúrgica de honrar a estos pequeños como los primeros mártires cristianos se remonta a los siglos IV o V, integrándose en la octava de Navidad, exactamente ocho días después del 25 de diciembre. Herodes, furioso por el engaño de los magos, actuó basándose en la fecha que estos le habían indicado, extendiendo su cruel orden a toda la región de Belén.
Raíces Bíblicas y Evolución Cultural
Los Santos Inocentes ocupan un lugar especial en el Nuevo Testamento como víctimas inocentes de la persecución contra Jesús desde su nacimiento. Con el tiempo, esta conmemoración se fusionó con tradiciones medievales como la Fiesta de los Locos, una parodia eclesiástica que perduró hasta el siglo XVI y que influyó en el carácter lúdico del día, convirtiéndolo en una jornada de bromas en los países hispanohablantes. Fuentes como la Enciclopedia Católica destacan su origen en los primeros siglos del cristianismo, mientras que la Enciclopedia Británica subraya esta influencia juguetona.
“Cuando Herodes se dio cuenta de que los magos lo habían engañado, se puso furioso y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de 2 años, conforme a la fecha que los magos le habían indicado”
Evangelio según San Mateo
En la reflexión religiosa actual, el día invita a meditar sobre la protección de la vida infantil y la inocencia perseguida, con oraciones como la que inicia “Oh, Santos Inocentes, pequeños mártires que están en el Corazón del Padre…” o “Señor Jesús, Tú, que fuiste perseguido desde tu nacimiento…”. Así, esta fecha une historia bíblica, martirio y tradición popular en un recordatorio profundo de vulnerabilidad y esperanza.

















