Petro anuncia salario mínimo vital de $1.800.000 desde enero 2026

Compartir en redes sociales

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció el pasado 23 de diciembre que el Gobierno Nacional definirá mediante decreto presidencial el salario mínimo legal vigente a partir del 1 de enero de 2026, adoptando por primera vez un modelo de salario mínimo vital que lo acercará aproximadamente a los 1.800.000 pesos. Esta medida se materializará con la expedición del decreto entre el 29 y el 30 de diciembre, tras el vencimiento del plazo de concertación el 15 de diciembre sin que se lograra un acuerdo en la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales.

La decisión beneficia directamente a unos 2,2 millones de trabajadores en todo el país y se fundamenta en el artículo 53 de la Constitución Política, que establece remuneraciones mínimas, vitales y móviles, así como en la Ley 278 de 1996 y las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con el objetivo de garantizar un nivel de vida adecuado para el trabajador y su familia.

De la tradición al salario vital: un giro en la política salarial

Este cambio implica pasar del salario mínimo tradicional, determinado históricamente por inflación y productividad, a un modelo vital que considera la canasta mínima esencial para cubrir gastos como alimentación, educación, salud y otros rubros clave recomendados por la OIT, con ajustes posibles por inflación y diferencias regionales. La ausencia de consenso en la concertación salarial dejó la definición en manos del Ejecutivo, promoviendo así la equidad en la distribución económica, la formalización laboral y un mayor poder adquisitivo para los hogares colombianos.

«el salario es familiar, no individual, y ese concepto va en el decreto»

Gustavo Petro, presidente de Colombia

Con esta iniciativa, el Gobierno busca dignificar el trabajo y responder a las necesidades reales de las familias, marcando un hito en la evolución de las políticas laborales del país y sentando las bases para una remuneración más justa y sostenible en el mediano plazo.

Sigue leyendo