El presidente Gustavo Petro decretó un aumento del 23% en el salario mínimo para 2026, elevándolo a dos millones de pesos mensuales, una medida adoptada de forma unilateral en Colombia que ha desatado fuertes críticas de líderes gremiales como Jaime Cabal, presidente de Fenalco, y Bruce Mac Master, presidente de la Andi.
Esta decisión se tomó tras una mesa de concertación que los gremios calificaron como una farsa, generando preocupación por su carácter anticipado y populista, en un contexto donde se le considera el incremento más alto de la historia del país.
Reacciones críticas de los sectores productivos
Las reacciones surgieron inmediatamente después del anuncio del decreto, con los representantes empresariales expresando su descontento por lo que perciben como una burla institucional al sector productivo y decisiones insostenibles que afectan a toda la sociedad.
«La mesa fue una farsa y una burla institucional para el sector productivo del país»
Jaime Cabal, presidente de Fenalco
«las decisiones populistas se caracterizan por generar en algunos grupos de la población gran aprobación, cuando en realidad se trata de decisiones insostenibles, o inconvenientes desde el punto de vista del beneficio de toda la sociedad»
Bruce Mac Master, presidente de la Andi
«hay medidas populistas que buscan perpetuar partidos o personas en el poder, que pagan siempre los más vulnerables»
Bruce Mac Master, presidente de la Andi
La noticia sigue en desarrollo, mientras los gremios advierten sobre los impactos de esta medida en la economía nacional y la sostenibilidad para los más vulnerables.

















