El Gobierno de Gustavo Petro ha fijado el salario mínimo mensual para 2026 en Colombia en 1.746.882 pesos, lo que representa un aumento del 23 por ciento, acompañado de un auxilio de transporte de 249.095 pesos, sumando un ingreso total de dos millones de pesos para cerca de dos millones de trabajadores en todo el país. Esta medida, que entrará en vigencia a partir de enero de 2026, se aplicará de manera nacional e incluye una indexación automática a más de 70 bienes y servicios, replicando el ajuste en tarifas y cuotas vinculadas al salario mínimo.
Este incremento se destaca como el más alto en la historia de Colombia y en los últimos años, superando el ritmo de la inflación y generando un impacto significativo en los presupuestos familiares, empresariales y el costo de vida general debido al efecto dominó en diversos servicios indexados. Entre los cambios más notorios se encuentran los aportes al Sena, multas de tránsito y administrativas, el Soat y seguros relacionados, peluquería, cuidado personal e infantil, reparaciones mecánicas y latonería, VIS y VIP, servicios domésticos, aportes a la seguridad social, tarifas notariales, exámenes de laboratorio, servicios médicos auxiliares, algunos arriendos no residenciales, matrículas educativas, consultas médicas privadas, lavandería y planchado, pasajes intermunicipales y cuotas de copropiedad.
Amplio alcance en servicios cotidianos y trámites
Por ejemplo, los servicios domésticos pasarán de 47.450 pesos a 58.364 pesos diarios, mientras que se ajustarán también las cuotas moderadoras de las EPS, las cotizaciones a salud, pensión y riesgos laborales, los precios máximos de VIS y VIP, y las matrículas en instituciones privadas. Esta indexación estructural afectará una amplia gama de trámites y gastos habituales, desde el transporte y la salud hasta el mantenimiento vehicular y los servicios personales, lo que podría elevar el costo de vida en un contexto de recuperación económica postpandemia.
El anuncio del Gobierno busca equilibrar el poder adquisitivo de los trabajadores frente a la dinámica inflacionaria, aunque analistas advierten sobre posibles presiones en las pequeñas y medianas empresas por el alza en costos laborales y operativos. En Manizales y el Eje Cafetero, donde miles de familias dependen de estos ingresos, el ajuste podría dinamizar el consumo local, pero también encarecerá servicios esenciales para la población en general.

















