En la vereda La Playa de Rionegro, Antioquia, los artesanos John James Gallego Aguirre y Libardo Antonio Muñoz lideran la producción de alrededor de 2.000 muñecos de año viejo destinados a ser quemados el próximo 31 de diciembre, una tradición que cada año cobra mayor fuerza y en la que el presidente Gustavo Petro se posiciona como la figura más solicitada por el público.
Estos muñecos, confeccionados de manera completamente artesanal, reflejan la coyuntura política y social del país, permitiendo a las personas despedir lo malo del año entrante y celebrar lo positivo mediante un ritual ancestral que gana adeptos con el paso de los años. Los artesanos responden al gusto del público sin imponer tintes políticos, creando miles de figuras que representan personajes destacados del contexto nacional según la demanda del momento.
Petro, el indiscutible protagonista de las piras
La preferencia por el mandatario es evidente: ya hay cien caras de Gustavo Petro listas para la venta, y la producción total alcanza cifras impresionantes que superan las expectativas anuales. Esta tradición, viva y en expansión cada diciembre, ha visto crecer su demanda progresivamente, convirtiendo a la vereda La Playa en un epicentro de actividad festiva y reflexiva.
«La gente llega y dice: ‘queremos quemar este año lo malo que nos pasó, lo bueno que tuvimos’. Con eso despiden el año.»
John James Gallego Aguirre, artesano
El propio John James Gallego Aguirre destaca la popularidad del presidente, señalando que el año pasado fue el muñeco más vendido y que en esta ocasión todos buscan nuevamente a Petro para encabezar las hogueras de fin de año.
«El año pasado el que más se vendió fue Petro y este año… todos buscan a Petro.»
John James Gallego Aguirre, artesano
Con un compromiso arraigado en la costumbre local, Gallego Aguirre subraya su motivación personal en medio de esta vorágine creativa, que no solo preserva una herencia cultural sino que también conecta a la comunidad con sus realidades cotidianas.
«Yo lo hago por tradición y por darle gusto a la gente.»
John James Gallego Aguirre, artesano
Así, mientras diciembre avanza, la vereda La Playa se prepara para una despedida cargada de simbolismo, donde los muñecos de año viejo no solo arden en las piras, sino que encapsulan el pulso de una nación en transformación.

















