Interceptan llamadas de cabecilla Tren de Aragua planeando extorsiones desde La Picota, Bogotá

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Interceptaciones telefónicas realizadas a Michael Brayan Reyes Naranjo, conocido como alias Brayan y cabecilla del Tren de Aragua en la cárcel La Picota de Bogotá, han revelado la planificación de delitos graves como extorsiones y homicidios directamente desde prisión, además de presuntos privilegios como el consumo de whisky. La Fiscalía General de la Nación documentó estas operaciones criminales, disputas internas dentro de la banda y el disfrute de lujos indebidos por parte del líder, lo que llevó a la extinción de dominio de bienes como el hotel Los Potrillos en la zona 38 del barrio María Paz, en la localidad de Kennedy, Bogotá, valorado en 1.000 millones de pesos, junto con otros cinco clubes. Como medida correctiva, alias Brayan fue trasladado a un complejo carcelario en Ibagué.

Las conversaciones interceptadas de un teléfono móvil utilizado en prisión exponen cómo el Tren de Aragua, organización criminal clasificada como terrorista por Estados Unidos y con operaciones en varios países, mantiene redes en Bogotá dedicadas a la extorsión, tortura y homicidio. El hotel Los Potrillos, gestionado por alias Raúl y alias Johana, conocida como ‘La Patrona’, servía como centro para reuniones, hospedaje y coordinación de actividades ilícitas, incluyendo amenazas específicas contra alias Álex por presuntos intentos de asesinato y órdenes de «engrampar» a traidores. Además, se evidenciaron extorsiones a comerciantes y trabajadores sexuales en el sector de Kennedy.

Privilegios y amenazas explícitas desde La Picota

En las grabaciones, alias Brayan presume de su situación privilegiada dentro de la cárcel, al tiempo que da instrucciones para mantener el control criminal. La Fiscalía, en conjunto con la Policía Metropolitana de Bogotá y el Inpec, busca desmantelar esta estructura que también está vinculada al secuestro y asesinato de Cristian David Monroy. Fuentes como El Tiempo, Colprensa y las autoridades confirmaron estos hallazgos, destacando la magnitud de las disputas internas y la persistencia de las operaciones delictivas pese al reclusión.

«La Fiscalía ya sabe todo, me creyeron todo lo que yo les dije y se los comprobé entonces estoy relajado»

Michael Brayan Reyes Naranjo, alias Brayan, cabecilla del Tren de Aragua

«Yo estoy acá relajado tomando, porque me dieron todos los privilegios, tomo wiski (sic), tengo mi oro, usted sabe cómo es, si le marco por videollamada va a quedar sorprendido»

Michael Brayan Reyes Naranjo, alias Brayan, cabecilla del Tren de Aragua

Las declaraciones de alias Brayan no solo ilustran los lujos indebidos en prisión, sino también su influencia para imponer reglas estrictas, como la prohibición de que mujeres o meseros trabajen en sus negocios bajo amenaza de represalias.

«Ninguna mujer ni meseros pueden trabajar en sus negocios, van a tener problemas conmigo»

Michael Brayan Reyes Naranjo, alias Brayan, cabecilla del Tren de Aragua

Este caso subraya los esfuerzos institucionales por erradicar las redes del Tren de Aragua en Colombia, mediante procesos de extinción de dominio bajo la Sociedad de Activos Especiales y acciones coordinadas que buscan cortar de raíz la capacidad operativa de estos cabecillas, incluso desde el encierro.

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