El Gobierno Nacional de Colombia, liderado por el presidente Gustavo Petro, decretó un histórico aumento del 23,7% al salario mínimo para 2026, fijándolo en 1.750.905 pesos, la mayor elevación en una sola vigencia en la historia reciente del país. Esta medida incluye un auxilio de transporte de 249.095 pesos, lo que eleva el ingreso mínimo mensual total a alrededor de dos millones de pesos por primera vez, en un contexto de emergencia económica reconocida por el Ejecutivo.
La decisión, tomada directamente por el Gobierno Nacional, impactará las finanzas del Estado y los hogares colombianos, según advierten los gremios empresariales. Cada punto porcentual de aumento genera un gasto público adicional de 400.000 millones de pesos, elevando los costos fijos para las empresas y generando preocupaciones sobre el empleo formal, la inflación, la informalidad y la competitividad.
Críticas del sector industrial
El presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), Bruce Mac Master, cuestionó duramente la medida, destacando sus posibles efectos negativos en variables económicas clave. Empresarios han advertido que este incremento podría presionar la tasa de interés y afectar especialmente a las pymes, empresas medianas y formales, en medio de un panorama de desafíos económicos.
«afectar variables como la inflación, el empleo, la informalidad, la competitividad y la tasa de interés con el fin de mostrarse generoso, utilizando recursos que terminarán pagando las pymes, las empresas medianas y las empresas formales, constituye sin duda uno de los mayores actos de populismo en la historia de Colombia»
Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi)
Con vigencia a partir de 2026 en todo el territorio colombiano, este decreto representa un cambio significativo en la política laboral, aunque genera debate sobre su sostenibilidad a largo plazo para el tejido productivo del país.

















