Fabio Arias, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), celebró el aumento del 23,7 por ciento al salario mínimo para 2026 como un acto de profunda justicia social para los trabajadores colombianos, una medida decidida en la Comisión de Concertación Tripartita tras el informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que evidenció la gran brecha entre lo que percibe un trabajador de salario mínimo y el costo de la canasta básica familiar. Esta decisión del gobierno de Gustavo Petro supera ampliamente la demanda sindical inicial del 16 por ciento y responde directamente a esa disparidad, calculada en un 39,70 por ciento, mientras la OIT indica que la canasta básica representa el 50 por ciento del salario mínimo vital. Arias hizo estas declaraciones en medios como Blu Radio, Noticias Caracol y Señal Colombia, rechazando de plano las críticas de sectores empresariales y académicos.
El líder sindical destacó que el incremento no solo dignifica el salario conforme a la Constitución y las recomendaciones de la OIT, discutidas en la primera reunión de la Comisión de Concertación, sino que también contrarresta los exiguos aumentos salariales de gobiernos anteriores. En un contexto donde Colombia ocupa el tercer lugar en el ranking global de desigualdad, los sindicatos ven en esta medida un impacto positivo en el consumo interno, la generación de empleo y la reducción de brechas sociales, transformando así una política histórica que busca cerrar la brecha entre el salario mínimo y las necesidades básicas de las familias.
Rechazo a las críticas empresariales y datos de empleo bajo Petro
Arias desestimó las advertencias de la Andi y otros críticos que pronostican un aumento en la informalidad y el desempleo, recordando que desde la llegada de Gustavo Petro al poder hace tres años, los augurios apocalípticos de los empresarios no se han cumplido. Al contrario, subrayó que el desempleo ha bajado del 11,7 por ciento recibido al 8,2 por ciento actual, el más bajo de todo el siglo, y la informalidad se redujo del 58,9 por ciento al 55,8 por ciento, en un país donde este flagelo ha oscilado históricamente entre el 70 por ciento y el 58,9 por ciento en los últimos 33 años.
«El Gobierno se centró especialmente en el informe que presentó la OIT sobre la gran brecha que hay en Colombia entre lo que gana un trabajador de salario mínimo y las necesidades que tiene para acceder a la canasta básica familiar… y por eso al final tomó la decisión de hacer un incremento del salario mínimo en un 23%, obviamente muy superior a lo que nosotros estábamos demandando y solicitando en la mesa de concertación».
Fabio Arias, presidente de la CUT
El presidente de la CUT argumentó que un salario mínimo más alto acerca el salario medio al piso laboral, beneficiando así a la mayoría de los trabajadores, y cuestionó la efectividad de medidas pasadas como la ley 789 de 2002 impulsada por Álvaro Uribe Vélez, que prometía generar empleos masivos pero no cumplió con sus objetivos.
«Desde que llegó Gustavo Petro, han dicho que esto va a ser la debacle, la apocalipsis, el abismo al cual nos va a llevar un gobierno como estos. Lo dijeron todos los empresarios… Y resulta que en los tres años que llevamos de Gobierno de Petro no ha pasado nada de lo que ellos dijeron».
Fabio Arias, presidente de la CUT
Una decisión histórica para la justicia social
Calificando la medida como histórica, Arias enfatizó su rol en la dignificación salarial y la reducción de la desigualdad, insistiendo en que eleva el salario medio al aproximarlo al mínimo, lo cual es beneficioso para el conjunto de la clase trabajadora. «En la medida en que el salario mínimo sea alto, pues el salario medio empezaría a estar mucho más cerca del salario mínimo… por tal motivo, es beneficioso para nosotros», afirmó, mientras recordaba las cifras de progreso: «El desempleo es el más bajo en todo este siglo, ocho coma dos, se recibió en once coma siete. La informalidad empezó en cincuenta y ocho coma nueve y está en cincuenta y cinco coma ocho».
«un acto de profunda justicia social para los trabajadores colombianos».
Fabio Arias, presidente de la CUT
















