En la noche del 29 de diciembre de 2025, los senadores María José Pizarro e Iván Cepeda Castro salieron en defensa del aumento del 23,7 por ciento al salario mínimo anunciado por el presidente Gustavo Petro, elevándolo a un total de dos millones de pesos mensuales para los trabajadores colombianos, incluyendo un salario base de un millón setecientos cincuenta mil pesos más un subsidio de transporte de doscientos cuarenta y nueve mil pesos. Esta medida, presentada como un paso histórico hacia el salario vital constitucional, busca reducir la pobreza y la desigualdad en un país donde la informalidad laboral supera el 55 por ciento, y fue difundida a través de videos en la red social X.
Las declaraciones de los congresistas petristas desestimaron de manera categórica los temores de la oposición sobre una posible destrucción de empleo, en medio de un debate político intensificado por la proximidad de las elecciones presidenciales de 2026. Pizarro y Cepeda enfatizaron que el incremento no solo adapta el salario mínimo a los mandatos constitucionales, sino que también impulsará el consumo, el bienestar general y una tendencia positiva en el desempleo, contraponiendo las críticas que califican la decisión como un giro intervencionista del gobierno.
Conquistas sociales en el centro del debate preelectoral
María José Pizarro, en su intervención, celebró el anuncio como un hito transformador para el pueblo trabajador, repitiendo con énfasis que las advertencias sobre pérdida de puestos laborales son una mentira repetida durante los últimos tres años. Por su parte, Iván Cepeda Castro, quien se perfila como precandidato presidencial, destacó que esta decisión profundiza conquistas sociales esenciales al aumentar en un 23 por ciento los ingresos de trabajadores y trabajadoras, y subrayó la compatibilidad entre el bienestar laboral y el empresarial mediante un diálogo permanente que priorizará el fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas.
«Hoy, el presidente Gustavo Petro ha anunciado un aumento histórico del salario mínimo, que se transforma con este aumento del 23,7 por ciento en un salario vital de $2 millones mensuales para todo el pueblo trabajador de Colombia».
María José Pizarro, senadora
«Estamos hablando de un millón setecientos cincuenta mil pesos de salario más doscientos cuarenta y nueve mil de subsidio de transporte».
María José Pizarro, senadora
La controversia se agudiza en este contexto preelectoral, donde la oposición acusa al gobierno de excesivo intervencionismo económico, mientras los defensores proyectan que la medida generará mayor dinamismo en el consumo y contribuirá al desarrollo integral de la economía colombiana. Cepeda, en particular, presentó el aumento como una herramienta clave para combatir la pobreza y la desigualdad, reafirmando su compromiso con criterios sociales en las decisiones económicas durante un eventual mandato presidencial.
«Dirán, como lo han hecho los últimos tres años, que se avecina la destrucción del empleo en Colombia. Y le repetimos con todas las letras: mentira».
María José Pizarro, senadora
«Con la decisión de adaptar el salario mínimo al salario vital que estipula nuestra Constitución, y aumentar el ingreso de los trabajadores y las trabajadoras en un 23%, el Gobierno y el presidente Petro profundizan conquistas sociales esenciales».
Iván Cepeda Castro, senador
Este anuncio no solo marca un punto de inflexión en la política laboral nacional, sino que posiciona a figuras como Cepeda como líderes del petrismo en la carrera hacia 2026, prometiendo un equilibrio entre avances sociales y diálogo con el sector empresarial para un crecimiento sostenible.
«El bienestar de los trabajadores contribuye al desarrollo de la economía en su conjunto, y no es incompatible con el bienestar empresarial. En mi gobierno practicaré el diálogo con el empresariado y velaré también por el fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas».
Iván Cepeda Castro, senador

















