José Antonio Ocampo, exministro de Hacienda del gobierno de Gustavo Petro, criticó duramente el anuncio del presidente sobre el aumento del salario mínimo para 2026, que eleva el valor mensual a 1.750.905 pesos más un auxilio de transporte de 249.095 pesos, sumando un total de dos millones de pesos. Este incremento representa un 23,7 por ciento respecto a 2025, cuando el salario era de 1.423.500 pesos más un subsidio de transporte que lo llevaba a 1.623.500 pesos. Ocampo exigió al gobierno explicaciones claras sobre cómo afrontará los efectos negativos de esta medida, publicada en su cuenta de X el 29 de diciembre, coincidiendo con la alocución presidencial de Petro.
En sus publicaciones en la red social X (@JoseA_Ocampo), el economista advirtió que, aunque el alza beneficiará directamente a una décima parte de los trabajadores colombianos y estimulará la demanda agregada, generará complicaciones en el empleo formal, la inflación, los costos laborales y las finanzas públicas. Destacó que esta decisión se suma a los incrementos en costos laborales derivados de la reforma laboral en trámite, afectando especialmente a las micro y pequeñas empresas en un contexto donde casi la mitad de los trabajadores urbanos y más del 80 por ciento de los rurales laboran en la informalidad.
Advertencias sobre impactos económicos
Ocampo subrayó los riesgos de presión inflacionaria por la indexación de bienes, servicios y la canasta familiar al salario mínimo, lo que podría obligar al Banco de la República a elevar las tasas de interés. Además, cuestionó la timing de la medida, tomada al final del mandato de Petro, dejando la gestión de sus consecuencias al próximo gobierno.
“El gobierno debe aclarar cómo afrontará las consecuencias negativas de esta medida”
José Antonio Ocampo, exministro de Hacienda
“A pesar de que el inesperado y elevado aumento del salario mínimo tendrá efectos positivos para una décima parte de los trabajadores colombianos y aumentará la demanda agregada, sus efectos negativos serán complejos de manejar”
José Antonio Ocampo, exministro de Hacienda
“En primer término, se agrega a los costos laborales que genera la reforma laboral, lo cual tendrá efectos sobre el empleo formal, en un contexto en el cual casi la mitad de los trabajadores urbanos colombianos y más del 80% de los rurales son informales. A través de los aumentos de costos laborales se verán afectadas todas las empresas, pero especialmente las micro y pequeñas”
José Antonio Ocampo, exministro de Hacienda
“El gobierno debe explicar públicamente cómo va a manejar estos efectos negativos y además por qué, si tenía la convicción de la conveniencia de un salario vital, adoptó esta decisión al final de su mandato, dejando que sus efectos tuvieran que manejarlos el próximo gobierno”
José Antonio Ocampo, exministro de Hacienda
Respuesta del presidente Petro
Frente a estas críticas, el presidente Gustavo Petro defendió su decisión argumentando que durante su gobierno la tasa de informalidad laboral ha descendido en comparación con la administración de Iván Duque, refutando la idea de que un aumento del salario mínimo impulse la informalidad.
“En mi Gobierno, la tasa de informalidad laboral ha descendido respecto al gobierno de Duque, así que la tesis de que si se aumenta el salario mínimo crece la informalidad simplemente no es cierta”
Gustavo Petro, presidente de Colombia
La fijación del salario mínimo para 2026 ha generado reacciones divididas en los sectores económicos, con advertencias sobre sus repercusiones en el empleo formal, las pensiones y la producción, en medio de un debate nacional sobre el equilibrio entre protección social y estabilidad macroeconómica.
